"Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien. De los mediocres no habla nadie y cuando lo hacen solo dicen maravillas"

Salvador Dalí

Escribo estas líneas en relación a un artículo publicado en el suplemento de Cultura del día 1 de julio por el señor Orlando Santana. El artículo en cuestión trataba sobre la muestra final de la Universidad Popular Juan Rodríguez Doreste. En él se produjo lo que considero un ataque directo a los grupos de teatro, danza moderna, danzas históricas y al Proyecto de Artes Escénicas y, por supuesto, al director de todos ellos, Chago Rodríguez. Desconozco, señor Santana, si lo mueven a usted intereses políticos o económicos, o simplemente el afán de criticar un proyecto tan bonito como es el arte popular de nuestros barrios. Lo desconozco porque desconozco quién es usted y por qué ha dedicado una página entera del periódico a desprestigiarnos.

La Universidad Popular ha sido desde siempre un sitio de reunión de personas del barrio que dedican sus ratos libres a proyectos lúdicos o formativos. Da igual su procedencia, su profesión, sus ingresos o sus ideales políticos. Ninguno es profesional, ni pretendemos serlo. Pero dedicamos nuestras horas libres a nuestras pasiones: teatro, danza, pintura, fotografía, costura, peluquería y un largo etc. Y solo aspiramos a divertirnos y a hacer que nuestros familiares, amigos y seguidores se diviertan con nosotros en la muestra final. Siento si le pareció que no todos teníamos el talento necesario para subirnos a un escenario, pero desde luego convicción, motivación y pasión nos sobra. El hecho de que se atreva usted a insinuar que nos falta convicción y preparación es ofensivo, pero también refleja la verdadera realidad: que usted no tiene la menor idea de lo que se cuece en estos talleres. Usted desconoce, por tanto, las horas de ensayo que le echamos, las lesiones que vamos sorteando los bailarines, las horas que les quitamos a nuestras familias o los nervios que pasamos por mostrar un trabajo lo más digno posible, porque le repetimos que no somos profesionales. No aspiramos a un premio Max ni a un Tony. Si quiere usted ver gente perfecta vaya a Londres, Nueva York, París? porque si va a Madrid puede que se tropiece con algún antiguo participante de nuestros grupos por aquellos escenarios?

Tampoco sabe usted nada acerca de los montajes que preparamos cada año, por tanto, no sabe que nuestro profesor nos motiva para elegir el repertorio a interpretar, nos consulta sobre sus ideas y todos participamos activamente en el montaje final. Tampoco sabe usted que se lo debemos todo a nuestro profesor, el cual nos alienta cada año para hacer cosas que jamás hubiéramos pensado hacer. Y las hacemos porque él nos hace ver que podemos. Las haremos mejor o peor, podremos desafinar o equivocarnos de paso u olvidar el texto. Pero las hacemos. Y con mucha dignidad.

Critica tal vez el exceso de producciones foráneas. Nada más lejos de la realidad. Siempre mezclamos piezas locales con piezas internacionales, intercalamos estilos. Hemos interpretado infinidad de piezas de musicales mundialmente conocidos: Cabaret, Chicago, Mamma mía, Cats, Sweet Charity, José el soñador, West Side Story... No hemos tenido el placer de interpretar Okla-homa, como usted nos sugiere, ¡pero todo se andará! También critica el "rancio localismo", como lo califica usted, de la obra de teatro representada, escrita por nuestro profesor. Dice que siempre se puede pedir ayuda y que ya existen obras escritas. Es obvio que no ha asistido usted en años previos a ver nuestra muestra final, porque si no sabría que en años anteriores se han interpretado obras de teatro ya escritas, con gran éxito también. Dráscula, de Juan Carlos Guerra; La última de Frascorrita, de Saulo Torón; El espíritu de la isla, de Kiko Crespo; Hombres, de Sergi Belbel; etc. Pero la obra de teatro de este año fue una de las más divertidas que se han representado en los últimos años. Y no nos hace falta que nos lo diga nadie. Nos lo decían las risas que se oían desde el backstage. Todo lo que hacemos lo hacemos para divertirnos y divertir a nuestro público, que al fin y al cabo es el que queremos que lo pase bien.

Habla de absentismo? Le invitamos a pasarse por las oficinas de la Universidad Popular los días de matrícula al inicio del curso y verá a participantes haciendo colas desde horas muy tempranas. Participantes que llenan los grupos y las listas de reserva el primer día de convocatoria. Habla de desidia del personal ¿Pasó usted por las muestras finales de la Universidad Popular en el edificio Miller el pasado mes de mayo? Los datos de asistencia ascendieron a mas de 4.000 visitantes. Por tanto, me da la impresión de que, como decía alguien, "habla porque tiene boca".

Le doy las gracias porque, según las más veteranas, en 28 ediciones, nunca antes habíamos recibido la visita de algún colega de su profesión, (al menos en esta capital, fuera siempre es otro cantar). Le doy las gracias por hacernos evidentes, por sacarnos a la luz y hablar de nuestro trabajo, aunque sea en los términos que usted ha utilizado. Nuestro grupo le da las gracias por su crítica y le podemos asegurar que tomaremos buena nota de sus impresiones, pero entienda que también lo hagamos con las opiniones de las 430 personas que llenaron esa noche el teatro Guiniguada, y que, lejos de que todos fuesen (como usted dice) "familiares y amigos", manifestaron su aprobación con más de quince minutos de aplausos al cierre.

Admitimos la crítica, ya que esta existe para crecer, pero usted, a mi juicio, le ha faltado al respeto a nuestro grupo, al público asistente, a los trabajadores y al proyecto Universidad Popular, a los animadores y coordinadores que siguen apostando por un servicio público y digno y, sobre a todo, le ha faltado al respeto a un profesional como Chago Rodríguez.

Termino diciendo que la próxima vez que tenga la oportunidad de escribir un artículo a página completa y quiera hablar de la Universidad Popular y de su gente al menos intente informarse mejor. Somos todos gente muy normal. ¡Le prometo que no mordemos! Cuando quiera nos tomamos un café.

(*) María Almeida Marrero, Beatriz Alonso Casañas, Maryem Arencibia Báez, Oswaldo Juan Bolaños Guerra, Aurora Burgarolas Díaz, Lorena Cabrera Arteaga, Zorayda Cabrera Cejas, José Febles Felipe, Marta Fernández Alemán, Sonia Fernández Sánchez, Leticia García Rodríguez, Beatriz González Domínguez, María Hernández Cabrera, Yolanda Hernández Cotino, Amelia Hernández Hernández, Francisco Hernández Matos, Laura Estefanía Hernández Ojeda, Esperanza Hernández Sánchez, José Lantigua Rodríguez, Mª Rosario Lemaur Santana, Adela Martel Rodríguez, Mª Dolores Melián Torres, José Luis Mesa Laguna, Alejandro Navarro Alonso, Montserrat Ojeda Hernández, Antonia Ojeda Martel, Olimpia Pérez Farré, Hortensia Quintana Rivero, Enedina Rivero, Rosa Delia Rodríguez de León, Teresa Rodríguez Pérez, Paula Rosales Pérez, Elena Ruiz Déniz, Nuria Suárez Martín, Pedro Antonio Suárez López, Natividad Suárez Vega, Benedicta Valencia Castellano, Proyecto de Artes Escénicas de la Universidad Popular Juan Rodríguez Doreste