Hay muchas maneras de morir. Hay muchas maneras de asesinar. Todas esas maneras derivan de un instinto criminal que se ha convertido en un gen propio del hombre. Ni los animales matan por placer o por odio. Los animales no conocen la palabra capital, interés, riqueza. No hacen de la caza un deporte, ni de su vida un episodio de vanidades. Para vivir les basta la sombra de un almendro. Moralmente, pues, somos inferiores a los animales.
Pero, también hay muchas maneras de asesinar. En su esencia, todos los asesinatos tienen una base común y detestable. Esa base repugnante se ha hecho despreciando derechos ajenos y acumulando ilícitamente derechos propios. Tras de esto hay una verdadera historia de la felonía humana, con colonias, imperios y deslealtades.
¿Creen ustedes que esos niños que huyen de la III Guerra Mundial, iniciada en Oriente, no están siendo asesinados?? ¿No están siendo aterrorizados por las bombas que rusos y americanos sueltan a placer en aquellas tierras de Mahoma, pero también de Zaratustra, y de Abraham? ¿No mueren bajo los cobardes drones que los USA lanzan en aquellas tierras de históricas religiones?? Eso sí, son daños colaterales, como los infligidos a los palestinos asesinados en la escuela de Gaza, abrasados por aviones judíos, que se creyeron continuadores de los castigos divinos de Sodoma y Gomorra.
Pero no pasa nada. Hace años, en Yugoslavia, el Tribunal Internacional condenó a sus líderes por crímenes de guerra. Los asesinatos terribles de Aznar, Blair y Bush han sido confirmados, pero lo suyo parece que fue las alegrías propias de la noche mágica de San Juan. Nadie los encausará, y su vil ejemplo se unirá al de Ben Gourion, Moshe Dayan y Netanhayu. Pertenecen todos a la banda de los que tienen licencia para matar.
Seguirán (desgraciadamente ) los asesinatos de aquí y de allá. Continuará el terremoto criminal de incongruencias y atentados. ¿Pero nadie se da cuenta de que por este camino de barbaridad mutua no se llega a ninguna parte...?
Mi lamento por los muertos del reciente atentado de Francia, y mi lamento también por los asesinatos de niños y ancianos en Oriente Medio. Están en el espectro del terrorismo.
Apelo por que la sensatez y la humanidad lleguen de una vez a todos los rincones del Mundo, junto a la vara que mida esta aberración con el mismo rasero.
