Pensar Canarias. Con este sugerente título el Cabildo de Gran Canaria a través de su Consejería de Cultura inaugura una serie de textos de intelectuales y artistas canarios. Parte de una selección de textos de Tony Gallardo que se han agrupado bajo del título de Anotaciones sobre la piedra la identidad y el paisaje que se presentará en el Centro Atlántico de Arte Moderno CAAM coincidiendo con el aniversario de los 20 años de su desaparición.
En esta cuidada publicación se ha huido deliberadamente de la idea de un catálogo razonado de la obra del escultor o de un análisis histórico de lo que representó en el contexto cultural español y europeo. Pretende por el contrario, dar voz al hombre al "hacedor de pensamiento" en términos biunívocos (hacer lo que piensa y pensar lo que se hace) que a mi entender representa la trayectoria de mi padre, a través de sus propios escritos individuales y corales redescubriéndonos esa pulsión que subyace en la vida de todo artista (la de médium) desde un sentido laico altamente simbólico que vincula naturaleza y pensamiento, sociedad y justicia, cultura y libertad, identidad y paisaje entre otras ecuaciones y en todo caso es arte sin aditamentos.
Desde ese agujero en el estómago que se le pone a uno cuando trata de encontrar las huellas de los 20 años de ausencia y más de 37 de historia compartida. Para mí, Tony mi padre, es una conversación interminable interrumpida puntualmente por intensas ráfagas de realidad. Como las visitas a las montañas de Firgas para pintar sus paisajes bucólicos cargando con un caballete portátil algo intrincado y una maleta llena de tubos de pinturas de tonalidades inimaginables e intocables para mí. Los lienzos se convertían en paisaje lentamente y al niño que era le parecía magia. Ráfagas de luz en excursiones de las caravanas culturales de Latitud 28, recitales casi clandestinos y canciones con letras resistentes que llenaban de ánimo a los presentes. Años de luz para pasar a las tinieblas grabadas en mi memoria de niño de apenas 8 años en forma de carreras, empujones, cánticos y banderas rojas del primero de mayo, porrazos de grises y finalmente un furgón atestado de detenidos y la comisaría lúgubre de la plaza de la Feria. Ráfagas del locutorio de la cárcel de Barranco Seco donde estaban encerrados mi madre y mi padre al mismo tiempo. Así de doloroso y heroico era el compromiso con la libertad. Momentos de ausencia, de separación y ensimismamiento después de la condena de los sucesos de Sardina y los años de cárcel para mi padre, mi tío y tantos amigos en los penales de Carabanchel, Soria y Segovia. Pensar Canarias y hacer canarias desde la libertad y la palabra era revelarse contra las ataduras que impedían cualquier signo de vida a una sociedad herida de posguerra y años de represión franquista. Pensar tu tierra(Canarias) libre, codo con codo con los compañeros y pagar un alto precio.
El dictador desaparece. Pensar se hace soñar, entonces es reconocerse a sí mismo en la libertad. Es retomar la conversación cimentando una comunión entre el tejido social y sus intelectuales. Se buscan las raíces, se reivindica una cultura sepultada con el trato colonial, se rebusca entre los restos aplastados de indiferencia e ignorancia forzada sus manifestaciones subyacentes en ritos y canciones negadas una y mil veces por los mentores de la historia oficial. Los vestigios de esa "cultura atávica" en palabras del artista están en las piedras y callaos. Hemos recuperado para el libro un interesante boceto del panel que realizó el escultor para un trabajo" alimenticio" de decoración de la residencia La Atalaya en el Puerto. Una cuidadosa composición resultado de un estudio de la Cueva pintada y los materiales expuestos en el Museo Canario después de numerosas visitas en las que participé como espectador de excepción (ya adolescente) y sufrí la fascinación de las calaveras de nuestros ancestros y en mi caso, quedé impactado por las interminables colecciones de coleópteros. Aprovecho para romper una lanza por ese templo de la Cultura y la naturaleza que es este museo para que exponga cuanto antes sus extraordinarias colecciones. Así, la búsqueda de las raíces se convierte en una constante. El signo (ahora se diría la resilencia) se convierten en materia artística tomando forma de expresionismo universal en dramáticas arpilleras (Millares) o los minimalismos en las tobas volcánicas (Gallardo) La grafía aborigen es reivindicada entre otros elementos ante las demás culturas del Estado como símbolo de una nueva canarias que busca un lugar en el concierto de los pueblos libres de España.
Ráfagas de imágenes de tiempos militantes en un López Socas hasta las tachas con el faro de Maspalomas levantado el arado al son de los granjeros y otros y cantautores de la tierra. Arropados por una ciudadanía libre y esperanzada que podía expresar por primera vez y sin subterfugios su sentimiento canario. Pensar canarias entonces era reivindicarla con un manifiesto desde la cruz de los Reyes en el Hierro la isla más occidental, con el sonido de fondo de los tambores y la sombra del Monumento homenaje al campesino del propio escultor leído ante una multitud ciudadana. Una canarias unida y popular.
Canarias desde lo universal. El escultor se traslada una vez más en la búsqueda de un lenguaje artístico propio y posmoderno al Madrid de los 80. Su aportación resulta singular e intensa en un momento de la escultura contemporánea española que recupera el pulso tras décadas de somnolencia. Sus Piedras Canarias (minimalistas como lo son los petroglifos) aportan una nueva lectura a la escultura moderna, sus torsos de magmas redescubren una materia dúctil y dramática como medio de expresión del nuevo sentir del arte. Un proceso se despliega magistralmente en obras como el parque Tony Gallardo en Maspalomas, Fuente Magma en Telde, fuente Callao en el Puerto de la Luz, La Palmita en Agaete y el Atlante en el Rincón.
Hoy nos toca seguir pensando y actuando, después de tantos derroteros, al filo de la desesperanza por el secuestro y la abducción de nuestro sino perpetrado al amparo del espejismo de una riqueza sin esfuerzo y realizada por aquellos que cultivan la cultura del postureo canari-facilon pedigüeño de sombrero y fajín. Nos toca despertarnos, o al menos intentarlo. Al Tony que conocí, le sonaría a gloria oír sobre soberanía energética y alimentaria, se sentiría orgulloso del empoderamiento ciudadano y la reivindicación de Patrimonio de la Humanidad para Risco Caído y los Espacios de Montaña Sagrados de Gran Canaria que el recorrió, se sumaría gustoso a las voces que reclaman un mayor respeto a nuestro patrimonio y nuestro paisaje en todas las islas. Estoy seguro se sentiría a gusto con este pensar canarias colectivo que se propone. Sin duda, estaría contento de que le leyeran y disfrutaran de su obra y se acordaran de que la casa común que es nuestra tierra nos pertenece tod@s y tiene historia, a pesar de los intentos de desalojo y tiene inquilinos dispuestos a que se resistir ser sustituidos para consumar su expolio.
