La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cada cosa en su sitio

Mujeres para cambiar el mundo

No son las primeras, pero la coincidencia femenina al frente del gobierno de tres de los países más influyentes verifica un extraordinario avance cualitativo en la abolición de las desigualdades de género. Angela Merkel en Alemania, Theresa May en el Reino Unido y Hillary Clinton como candidata demócrata y segura presidenta de Estados Unidos tras las elecciones del próximo noviembre, dan prueba de un cambio fundamental en la concepción del poder político, por influjo del movimiento reivindicativo de la mujer en todas las sociedades libres. Merkel y Clinton son las primeras en sus países, y May tiene el único precedente de Thatcher. La confianza mayoritaria en sus capacidades, reales o potenciales, entraña un avance de incalculable fecundidad en la historia del mundo.

Dos de ellas son conservadoras, y progresista la tercera. Cada ciudadano las juzgará a la luz de la propia ideología, exactamente igual que si fueran hombres, porque los problemas y las esperanzas que atañen a su potestad y autoridad no tienen sexo. Pero la conquista gradual y tesonera de la igualdad llega con ellas a su máxima expresión. El machismo superviviente en la opinión y en las muchas formas de la violencia de género se irá haciendo residual hasta desaparecer como vergonzante signo de barbarie. La libertad se enriquece sustancialmente en el concepto y la praxis. Las opciones democráticas se duplican y el sentido último de la justicia se legitima en plenitud.

Todos y todas ganamos. Por ahora es ilusorio esperar que potencias como Rusia, China o el inmenso mundo islámico accedan a un nivel análogo, porque no son democráticos. Pero el ejemplo de la igualdad es formidablemente contagioso y muchas sociedades, libres o no, comprenderán que no son completas, ni justas, ni modernas, con una política excluyentemente machista.

Los conciliábulos internacionales que siguen ofreciendo fotos masivas de hombres, con una o dos mujeres como exótica excepción, van a evolucionar en la exigencia del equilibrio. Tres de los estados protagonistas de esos encuentros ya han dado el paso y su capacidad de influencia es decisoria.

Queda mucho por hacer, pero se hace camino a un ritmo y con una intensidad sin precedentes. Tienen la palabra los consejos de las empresas que controlan el poder económico. Y esa palabra es para hoy.

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