Llegaron a desempolvar la historia de Cristóbal Colón para justificar sus desmanes en torno al oasis de Maspalomas. Pero mientras nos castiga la realidad, como las papeleras desbordadas de basura a la salida de las playas en pleno mes de julio, los regidores de la política local, insular y regional se entretienen con un juego de demagogia de cómo conservar los palmerales en lugar de mejorar el servicio de recogida de basura.