No hay dos sin tres. Y el presidente del Náutico, Fernando del Castillo Morales, se encuentra recuperándose de una afección ocular en plena crisis del restaurante, con la directiva con amenazas de dimisión y con la masa social inquieta por el porvenir de la centenaria sociedad. Pese a los buenos proyectos que conoció Fernando Clavijo, tras la calma llega la tempestad. "Otro vendrá que bueno me hará", se escucha por los salones náuticos.