La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ocho años sin Nebot

Hace hoy ocho años del fallecimiento de Rafael Nebot, director durante 22 del Festival de Música de Canarias, y otros tres director general del Teatro Pérez Galdós para la reapertura lograda por la alcaldesa Luzardo, que le pidió un proyecto de extraordinaria ambición. La tarde y noche del día 3 veíamos Parsifal en Bayreuth con queridos amigos de Colonia, Werner y Metina Radach, tan vinculados a él y a Gran Canaria. Llamábamos en los entreactos y al final a Vicky Melián, esposa de Rafael, desolada ante una agonía irreversible. Nunca fuera tan amarga una función wagneriana, después de las muchas compartidas con ambos en aquel lugar. El día 4, antes de las 9 de la mañana, nos informó Vicky del final. Regalamos las localidades para la representación de la fecha, Tristán e Isolda, abandonamos a toda prisa la ciudad y, tras dos horas de carretera, llegamos a Munich a tiempo para el único vuelo que podía traernos a Madrid, y de Madrid a la Isla, donde llegamos en la madrugada del día 5. Conseguimos decirle adiós antes de la incineración en la más estricta intimidad familiar, a solas con la esposa, los tres hijos, la madre y la hermana.

Una de las enfermedades que no perdonan, la hipertensión pulmonar, le había ido minando por espacio de seis años. Nunca se dio por vencido a pesar del infortunio y trabajó con apasionada esperanza hasta los últimos días, sin que doblaran su voluntad las grandes cápsulas de oxígeno y otros gases que le ayudaban a respirar día y noche. Con ellas como pesado apéndice siguió haciendo vida normal, trabajando con una ilusión que contagiaba a los sanos y desplegando su inagotable imaginación en mil planes y proyectos enriquecedores de la cultura isleña. Amaba a Vicky y a Canarias por encima de todas las cosas y ambas le correspondían a tope. La esposa suplía y completaba lo que la dolencia le iba restando, y las Islas renovaban su fuerza interior.

La figura y el halo espiritual de Rafael han ido agigantándose a pesar de la ausencia. En un muro exterior del Teatro Pérez Galdós está la placa de la calle aledaña dedicada a su memoria por el alcalde Cardona y la concejala García Bolta. Ya es parte de la historia de la ciudad y del Archipiélago y, sin embargo, su presencia sigue viva como la de quienes se ausentan temporalmente y lo aceptamos con la seguridad de que volverán.

Seis presidentes de Canarias respaldaron y alentaron su obra al frente del Festival de Música y Pepa Luzardo supo atraerle a su ámbito para dar a la rehabilitación y ampliación del mítico Galdós la dimensión de un faro de la cultura. La audacia de representar en una semana los cuatro dramas del Anillo wagneriano, con la monumental escenografía caucásica de San Petersburgo y Gergiev al mando; la generosidad sin precedentes en el estreno absoluto de la primera y única ópera de Juan José Falcón Sanabria -otra presencia perenne- con La Fura dels Baus en escena y Gerd Albrecht en el foso; las delicias napolitanas que trajo Riccardo Muti con su redescubierto Don Calandrino de Cimarosa, son, entre otras, las ocasiones irrepetibles que debemos a la grandeza de su mirada al frente del teatro. Jerónimo Saavedra como presidente de la Autonomía y él mismo como alcalde de Las Palmas, aparece en el alfa y el omega de la creatividad del inolvidable Rafa. Porque hay varias formas de crear y la suya es de las que imprimen carácter y marcan una senda por encima de las dejaciones, las decadencias y los oportunismos.

Compartir el artículo

stats