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El análisis

El humano vota por el cambio

El hombre inventa cosas que no están hechas para él. Los automóviles, por ejemplo. Para que el ser humano fuera una especie resistente a los accidentes de tráfico tendría que tener el aspecto del personaje que aparece en la fotografía que ilustra esta sección. Es una escultura hiperrealista de la artista Patricia Piccini, realizada por encargo de la organización australiana Transport Accident Commission (TAC) y dentro de una campaña sobre los peligros de conducir sin precaución. Este hombre resistente a los choques se llama Graham. No ganará nunca un concurso de belleza, pero es un superviviente. Tiene un cráneo altamente resistente, con zonas de deformación incorporadas para resistir un impacto. Apenas tiene cuello para no sufrir las fracturas cervicales típicas de estos siniestros. Su cara es plana. Poca nariz para no partírsela y pómulos grasos para protegerse del impacto. Unos pliegues en las costillas acolchan los órganos vitales de la caja torácica. Finalmente, Graham, que también es peatón, tiene piernas fuertes y talones alargados para saltar como un conejo y evitar ser atropellado. Tendríamos que ser como Graham para poder conducir los coches que fabricamos y nos matan. ¿Llegaremos a ser así alguna vez? Parece improbable, pero el ser humano contemporáneo sigue evolucionando.

Parece que nuestro aspecto actual no ha quedado fijado para siempre. Es lo que sostiene un estudio del investigador de la Universidad de Harvard Jonathan Beauchamp, experto en una nueva disciplina denominada genoeconomía, que consiste en combinar conocimientos de economía y genética. Muchos expertos afirman que hace 40.000 años los cambios en la especie humana se detuvieron, pero esa no es la opinión de Beauchamp, quien, no obstante, matiza que aunque seguimos evolucionando lo hacemos mucho más despacio que antaño. Tras analizar datos de 20.000 estadounidenses nacidos entre 1931 y 1953, constató que existen factores como el nivel educativo o la edad de la primera menstruación (menarquía) que determinaron el éxito reproductivo de los sujetos analizados. Para la menarquía encontró evidencias menos sólidas que en el caso del nivel educativo, donde constató que una instrucción inferior se relacionaba con un menos éxito reproductivo, con lo cual se habría producido una selección natural. El hombre sigue siendo un misterio para el hombre. Cada día un dato nuevo. El último: científicos del CSIC han encontrado en un grupo de pigmeos de las islas Andamán, India, restos genéticos de un homínido desconocido hasta ahora y que se cruzó con los humanos hace decenas de miles de años. Esta investigación apuntala además, según la agencia Sinc, la teoría de que todos procedemos de una única migración que partió de África hace 80.000 años.

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