La Provincia - Diario de Las Palmas

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Opinión

Algunas consideraciones sobre el teleférico

Decir en primer lugar que esta ciudad ya cuenta con miradores naturales: los riscos, especialmente el de San Francisco, un punto de observación de fácil acceso desde donde se puede contemplar toda la ciudad baja, su puerto y su horizonte de mar. Sólo le haría falta acondicionar el espacio y dotarlo de alguna instalación tipo centro de visitante, centro de interpretación, etc..., donde además de contemplar el panorama se pueda obtener información referente a la ciudad: datos sobre su importante historia portuaria y su peculiar formación urbana. Esta opción tendría el añadido del valor pedagógico, además de suponer un menor coste de construcción y mantenimiento que el proyecto del teleférico; y por supuesto, no generaría el impacto visual de dicho artefacto aéreo.

La construcción del teleférico es ahondar en una política municipal fruto de la espontaneidad y la especulación y no de una planificación estratégica basada en la potenciación de sus atributos. Las Palmas de Gran Canaria, siendo históricamente una ciudad portuaria de carácter abierto y manteniendo el mejor clima del mundo, tiene que encaminarse en esa orientación; ser una ciudad-puerto. Una urbe de alta vitalidad social y comercial, saludable, confortable y amable, además de buena vecina de otras ciudades portuarias africanas. Atributos que debemos regenerar y potenciar. Lo demás, los acuerdos e intercambios sociales y comerciales, el conocimiento, la innovación, el turismo cultural, la logística, la cooperación internacional, la instalación de nuevas empresas y sedes internacionales, etc... se sucederán en el tiempo, y con ese avivamiento de atributos históricos y nuevos, se generará mayor riqueza social y económica, y cómo no, también sostenible. Las ocurrencias y negocios, tipo "Gran Marina", noria gigante, teleférico y otras similares, sólo entorpecen esa planificación que se demanda, además de enturbiar su carácter y su panorama de ciudad marítima y portuaria. Los barcos y el puerto en su conjunto son, por sí mismo, uno de los mejores atractivos de esta ciudad, particularmente de su frente marítimo y portuario.

Por otro lado, la mejor oferta para visitar las estructuras volcánicas de La Isleta y contemplar su paisaje geomorfológico es disponer de rutas guiadas. Un itinerario pedagógico que conduzcan a los que deseen visitarla y quieran saber algo sobre su origen geológico. Un recorrido por los distintos conos volcánicos y meseta central, culminado en un centro de interpretación vulcanológico de la Isleta en particular, de Gran Canaria y del conjunto de las islas e islotes del archipiélago canario. Sería más interesante y atractivo.

Ir en teleférico hasta la Montaña del Vigía no obtendría iguales beneficios, además de deteriorar el paisaje, ese del que queremos disfrutar. El primer paso para lograr ese recorrido pedagógico es que las administraciones públicas lleguen a un acuerdo con el Gobierno Militar para el uso compartido del espacio protegido de La Isleta, indicándoles que dicha propuesta pedagógica no supondrá una interferencia a las instalaciones y actividades militares.

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