En estos Juegos Olímpicos, Usain Bolt tratará de batir su propio récord mundial de 9,58 segundos en los 100 m lisos. Si lo consigue, algunos científicos especulan que el nuevo récord será eterno. Afirman que los 9,48 segundos con los que sueña Bolt son inalcanzables. Si bien la alimentación y técnicas de entrenamiento han permitido mejoras progresivas en fuerza, velocidad, etc, Bolt chocará contra un límite biológico infranqueable, siempre que nos movamos dentro de la legalidad. Incluso con el dopaje tradicional las marcas tendrán un límite. Debates éticos aparte, los científicos creen que el futuro de la superación de récords residirá en el genoma humano. Técnicas como Crispr-Cas9 posibilitarán modificaciones genómicas que conferirían ciertas ventajas atléticas.
