La Provincia - Diario de Las Palmas

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Trampas contra el teleférico

Me brinda el Sr. González Viéitez una nueva oportunidad de aclarar algunos aspectos sobre el teleférico de Las Palmas, que le agradezco.

Permítaseme con carácter previo, por alusiones, dirían en algunos foros, unos comentarios sobre las manifestaciones del Sr. González.

Aunque he sido, durante aproximadamente 30 años, miembro de la Directiva de la Patronal Turística (FEHT), defendiendo colegiadamente los intereses que afectaban al sector, no me encuentro hoy en día en tal situación y, por lo tanto, ya no me siento "adalid" (a decir del Sr. González) defensor del empresariado lo más mínimo, otros ocupan muy dignamente en los puestos correspondientes de las diferentes patronales y confederaciones ese papel. No obstante, aunque usted pretenda negármelo, yo seguiré en mi derecho a defender mis ideas empresariales a nivel individual, y ello es, en este caso, defenderme de un ataque personal injustificado, por haber hecho una propuesta empresarial y no hacer trampas, como usted, faltón una vez más, escribe. En cualquier caso a años luz de las que usted hace y que le recuerdo a continuación.

1. Su Trampa nº 1. Dice usted, refiriéndose a mi persona, y cito textualmente "de que aquí no se trata de lo que usted piense y defienda", para a continuación dedicar dos tercios de su escrito a mi persona, en tonos claramente descalificativos y no al proyecto del teleférico que propongo, ocupando la primera y tercera columna de su artículo en ello.

2. Su Trampa nº 2. En un alarde de demagogia barata hace usted un lamentable uso de calificativos descaradamente peyorativos al referirse a cualquier cuestión no de su gusto. Verbi gracia "obsesiones" (por proyectos); "hincar" (por instalar); "artilugios" (por góndolas comunes y corrientes); "inventos" (por propuestas); "cachivaches" (por góndolas); etc., que rebajan la calidad de su escrito y ofenden a la inteligencia del lector.

3. Su Trampa nº 3. Comparar un edificio de dos plantas sobre pilares de cinco metros que permiten el paso por debajo del mismo, facilitando la unión puerto - ciudad, de 720 metros cuadrados de ocupación total, con el proyecto de la Gran Marina, que ocupaba completamente el istmo y otras zonas portuarias. La diferencia entre ambos es tan abismal que da vergüenza ajena que se atreva a compararlos como argumento contra el teleférico, integrado en el nuevo plan Puerto Ciudad, que al parecer usted desconoce.

4. Su Trampa nº 4. Desde mi punto de vista la mayor y más descarada de todas, si es que hay grados en esto. Le dedica usted un tercio de su escrito a intentar burdamente descalificarme. Le repito la frase que, tramposamente, manipula, para que el lector se pueda hacer cargo del nivel de su manipulación.

Escribí: "Continúa usted su artículo con unas consideraciones sobre planes urbanísticos que no me conciernen y que creo debería plantear ante otros interlocutores, en mi opinión, en términos algo menos melancólicos".

Evidentemente con ese párrafo se quiere expresar que lo que no me conciernen son "sus consideraciones", al igual que se le dice que estas consideraciones las plantee ante otros interlocutores, en ninguno de ambos casos evidentemente me refiero a los planos urbanísticos. Tampoco la melancolía que menciono se refiere, obviamente, a los planes urbanísticos, sino al estado de ánimo que se desprende de sus consideraciones. Lo que hay que ver, señor.

Y en base a esta evidente manipulación, más cerca de la burda mentira que de un error de interpretación, se gasta usted una columna de su escrito tirando piedras que al final caen sobre su cabeza.

Le felicito, Sr. González, o mejor, me abochorno por la admiración que en algún momento sentí por usted y que usted se empeña en mancillar, no porque no le guste el proyecto, sino porque no es capaz de argumentar sin hacer trampas (su terminología) con descalificaciones personales, que no le quepa duda hacen más daño al que las hace que al que las recibe.

5. Su Trampa nº 5. Se arroga el papel de portavoz del barrio de La Isleta, cuando este barrio los tiene y beligerantes, activos y comprometidos con su barrio como deben ser los verdaderos líderes vecinales. No sé que nadie le haya encargado tal cometido y de que además sea usted portavoz de una postura unánime de todos los vecinos, cuando esta no es tal según leo en la prensa.

Qué bien se ven los toros de la barrera y el barrio de La Isleta desde Ciudad Jardín. (Todos sabemos hacer trampitas, Sr. González, si se tercia).

No se preocupe usted que a los vecinos de La Isleta se les darán todas las explicaciones necesarias, se negociará lo que haya que negociar y se les dedicarán las horas que haya que dedicar, pero permita que pasen estas fechas vacacionales y se incorporen los interlocutores válidos y representativos de todas las partes involucradas en este proyecto.

Asimismo, manifestamos que este tipo de proyectos no es único de Las Palmas, lo que sí es diferencial y propio de esta ciudad es el hecho de poseer un mirador privilegiado desde donde contemplar la ciudad en su conjunto, con la Isla como telón de fondo. El teleférico en sí mismo no elige el tipo de turismo que queremos, es una actividad más de otras muchas que se deberían potenciar si queremos que nuestro nivel de vida, irremediablemente vinculado al turismo, se sostenga en el futuro.

Lo triste del caso es que hay que esperar que surjan proyectos como estos para que se empiecen a plantear, en los papeles, otras iniciativas, que no sé por qué nunca se llevan a cabo.

En cuanto a mi predisposición hacia usted, le reitero mi ofrecimiento a estudiar el tema, cuando le venga bien y en cuanto a mi estado de ánimo le recomiendo la lectura de mi artículo que he titulado El Vigía, la montaña más degradada de España.

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