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La asignatura pendiente del Guiniguada

Recientemente el Ayuntamiento está rescatando antiguos proyectos urbanísticos, como el del túnel de las Rehoyas a la Carretera General del Centro por debajo del Risco de San Nicolás, para descongestionar el tráfico de la calle Buenos Aires, así como el proyecto de la desembocadura del Guiniguada realizado por el arquitecto Joan Busquets e incluso proponiendo nuevos proyectos como el del bulevar arbolado al final de la Avenida de Escaleritas.

A mi juicio, el Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria ha ejecutado buenos proyectos en estos últimas décadas, como la rehabilitación de El Confital, la continuación del paseo de Las Canteras por la zona de la Cícer y la rehabilitación del Rincón, el parque de Pino Apolinario en la antigua escuela de artes y oficios, (aunque este fue más bien por iniciativa popular), el parque de las Rehoyas, la reconversión del antiguo Estadio Insular en parque urbano, o el acondicionamiento de la playa de La Laja, con las piscinas naturales y el famoso Tritón. Son proyectos que le dan prestancia a la ciudad y que han mejorado la calidad de vida de sus habitantes, y son de agradecer.

Pero creo que a la ciudad le quedan dos proyectos importantes pendientes de realizar.

Por un lado estaría la recuperación de La Isleta, para convertirla en un pulmón verde de la ciudad, la cual gracias a su uso militar se ha salvado del desarrollo urbanístico, pero que ya no tiene mucho sentido en la actualidad que siga destinada a instalaciones militares. Pero sé que ese proyecto tiene muchos obstáculos jurídicos.

Por eso me voy a centrar en el otro proyecto a mi juicio pendiente, que es el de la recuperación del barranco del Guiniguada, que entiendo que es más factible y menos costoso que otros proyectos que se quieren rescatar.

Para ello ya hubo un Proyecto Guiniguada, obra del arquitecto José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno, comenzado en 1997 y que perseguía "recrear el paraíso posible" en la parte más urbana del barranco Guiniguada, y que si bien fue abandonado en el 2002 por desacuerdo entre las partes intervinientes, marcó el inicio de la recuperación del barranco y dejó actuaciones importantes, como el centro municipal de Recursos Ambientales de El Pambaso, situado junto a la carretea del Centro, al inicio del barranco, que son 20.000 m2 destinados a aula de la naturaleza, vivero, huertos urbanos, huerto escolar, zona de compostaje, zona de paseo, rocódromo, zonas de actividades y zonas de talleres, entre otras; o el Aula de la Naturaleza Fuente Morales, situada en la antigua Fuente Morales, la cual fue un hito en la historia del abastecimiento de agua potable a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pues gracias a ella se aseguró el mismo, debido a que alimentaba el primer sistema de suministro a la vecindad, mediante primitivas canalizaciones de cerámica hacia fuentes o pilares públicos, aljibes, etc.; el Jardín Botánico Viera y Clavijo, auténtica joya que alberga en su interior ejemplares de la flora endémica del Archipiélago y del resto del mundo; o la Finca del Galeón, convertida en el llamado Parque Agrícola del Guiniguada, la cual fue un sitio histórico en la resistencia canaria al ataque de la armada holandesa del almirante Pieter Van der Does, constituyendo el cuartel general del gobernador de la isla, Alonso Alvarado, y tras su muerte, de su lugarteniente Antonio Pamochamoso.

Aun así, creo que quedan actuaciones pendientes de ejecutar y que se podría ganar este espacio, situado en el corazón de la ciudad, para uso y disfrute de los ciudadanos y de los turistas, para por un lado dar a conocer el valor histórico, geológico y botánico del mismo y para, por otro, proporcionar un espacio para el senderismo, la practica del deporte y para la realización de eventos deportivos, especialmente los vinculados al running y al ciclismo, tan de moda últimamente en nuestra isla. Y para ello rescataría el proyecto del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria del año 2013, para la creación de un sendero, peatonal y ciclista, que recorrería el Guiniguada, desde la finca de El Pambaso hasta la finca de El Galeón, estableciendo a lo largo del recorrido carteles informativos sobre las plantaciones de plataneras, los estanques, las canteras o los molinos de agua que se construyeron en el cauce para los ingenios azucareros y para moler el gofio, así como explicativos de los fenómenos geológicos existentes (coladas de lava y calderas, como la magnifica Caldereta de El Lentiscal) así como de la flora que acompaña el recorrido (Palmera canaria, drago, tajinaste, tabaiba, verol, etc.).

Esperemos que este proyecto no vuelva a olvidarse en un cajón y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Consejo Insular de Aguas y el Cabildo de Gran Canaria puedan ponerse de acuerdo para ganar un espacio mas para la ciudad y sus ciudadanos.

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