El grupo Meliá y la Compañía de las Islas Occidentales (CIO) han enterrado el "hacha de guerra" turística que mantenían en alto en la provincia vecina. Es decir, han puesto fin al enfrentamiento judicial que mantenían desde 2008. No hay mal que cien años dure. Un atento empresario se pregunta si no será motivo de reflexión para otras "guerras" en el sector hotelero y para enterrar otros hachas que están en el aire desde los tiempos de Colón.