Mi abuela siempre decía que el mundo está mal repartido. Es suficiente con mirar a nuestro alrededor, pero no debemos dirigir nuestra mirada solo a las diferencias en las clases sociales o en las desigualdades, sino también hacia la maternidad. Me explico: según la ciencia todas las mujeres tenemos un reloj biológico que en algún momento se nos pone en marcha y nos entran unas ganas arrebatadoras de ser madres. Huelga decir que hay mujeres que deciden no serlo y están en todo su derecho de tomar dicha decisión. Y luego están las mujeres que por capricho de la naturaleza no pueden ver realizado su sueño.
Ser madre es mucho más que parir. Bien reza el dicho: madre no es la que pare sino la que cría. Las madres paren y se encargan de amar y proteger a sus retoños hasta el final de sus días. Pero, ¿qué sucede con esas madres que tienen cuatro, cinco o seis hijos que Servicios Sociales les ha quitado por falta de recursos o abandono y, aun así, siguen teniendo más hijos cuyo destino será el mismo? Destino que en ocasiones es vagar de una casa de acogida a otra, convirtiéndose en el futuro en carne de cañón para caer en la drogadicción, el alcoholismo y a veces, incluso, los lleva a delinquir por culpa de las carencias emocionales que sufrieron en la infancia, pues es bien sabido que un adulto es el reflejo de lo que mamó de niño. Y no me malinterpreten que no estoy insinuando ni por asomo que a esas mujeres haya que esterilizarlas, práctica que se ha empleado alguna vez a lo largo de la historia y no siempre con loables intenciones. Sé que el hecho de la esterilización en una mujer no solo afecta en su capacidad para reproducirse, sino en su identidad femenina y autoestima. Pero, ¿cómo hacerles entender a estas mujeres que lo que para ellas es natural afecta a sus hijos que le son arrebatados por no estar a la altura de lo que de ellas se espera? Ser madre es muy difícil, lo sé. Pero ser hijo también. Los niños no eligen venir al mundo, muchos nacen por capricho de los padres, que en ocasiones creen que los bebes vienen con un botón de on-off. Esos indefensos retoños dependen de los mayores para su supervivencia y equilibrio emocional. ¿Quizá ha llegado la hora de que haya una ley que regule que las madres a las que Servicios Sociales les quita a sus hijos deban usar un método anticonceptivo para evitar así embarazos no deseados? Es un tema complejo, como todos aquellos donde los menores corran riesgos. Qué mal repartido está el mundo y qué caprichosa es la naturaleza, que les da a unos tanto y a otros tan poco. Qué complejo tema este de ser madre que me lleva a preguntarme si la maternidad nace o se hace.
