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El análisis

Vuelve la industria

Nunca se fue del todo la importancia económica de la industria manufacturera pero ahora vuelve con nueva fuerza como "industria digifacturera". Cuando todo lo económico se ha vuelto intangible, fluido y dominado desde la esfera de los servicios basados en internet, móviles y ubicuos, sean avanzados o básicos, vuelve la Industria Inteligente y Conectada. Lo que algunos llaman ya la Industria 4.0 y según Klaus Schwab, Director del WEF, en su libro La Cuarta Revolución Industrial (2016) basada en los sistemas ciberfísicos, supone la convergencia y el impacto en los modelos de negocio industriales de megatendencias, ya presentes actualmente y su difusión hacia 2020, de tipo Físico ( Impresión 3D, Robótica avanzada, Nuevos materiales, Sistemas energéticos y Vehículos autónomos) Digital (Computación en la nube, Big Data y Analítica predictiva, Internet de las cosas, Blockchain y Plataformas colaborativas) y Biológico (Genómica avanzada, Biología sintética customizada y Neurotecnologías).

Al final en la transición a la sociedad del conocimiento, en que aumenta el valor de los contenidos y las experiencias, estos necesitan bienes físicos que los soporten y alguien tiene que producirlos. Para ello entran en juego las nuevas tecnologías que aceleran su ciclo de entrada y puesta a punto en los mercados de suministros y componentes, cada vez con unos procesos más exigentes en su eficiencia operativa y velocidad de entrega, en formatos híbridos de productos+servicios. ¿Cuánto hay de tangible en su IPhone o IPad y cuántos operadores y desde qué localizaciones, han intervenido en producir y distribuirse el valor que aporta y por el que usted paga?

Estamos viviendo una transformación profunda de dónde y cómo vivimos, trabajamos, consumimos y nos organizamos y ello en sus aspectos cuantitativos y cualitativos está condicionado por el qué y cómo lo producimos.

Las iniciativas institucionales públicas para favorecer este despliegue de la Nueva Industria se están multiplicando. Francia, Alemania y también España entre otros, han lanzado iniciativas en un momento europeo económica e institucionalmente difícil. La agenda no admite esperas ante la presión de USA, China y otros actores relevantes o emergentes en liderar esta nueva fase de la hegemonía y gobernanza en las Cadenas de Valor Globales (CVG) de un buen número de sectores o dominios tecnológicos, desde el alimentario a la electrónica y desde el textil a la construcción. La tendencia es muy fuerte a su crecimiento en volumen, consolidación y concentración geográfica: el 80% del comercio mundial circula por estas CVG (Unctad) y el crecimiento en el comercio de bienes intermedios (contenido importado de las exportaciones) ha pasado del 20% en 1990 al 40% en 2010 y se espera que llegue al 60% en 2030 (WTO). El turismo como industria global de servicios de hospitalidad, no es ajeno a esta tendencia, donde ya no es cuestión de estar o no estar, sino qué posición se ocupa y cómo se puede mejorar esta en las CVG y en sus ecosistemas locales.

Los países y áreas en desarrollo industrial, sus clusters y empresas de base local más competitivas están usando estrategias inteligentes basadas en ampliar su capacidad productiva y especializar su oferta, mejorando su posición en las CVG : desde la I+D, Diseño y Logística de aprovisionamiento necesarios para la Producción de procesado o montaje, hasta la Logística de distribución, el Marketing y los servicios de Venta y Servicios de Post-Venta o Mantenimiento. Lo hacen a través de enriquecer sus trayectorias ya experimentadas mediante upgrading (o aumento de valor significativo) de sus productos, procesos, funciones, conocimientos o habilidades que redunden en mejores rentas y empleos con impacto en la prosperidad regional.

¿Qué están haciendo las empresas industriales hacia el nivel 4.0? Recientemente he tenido la oportunidad de conocer algunos ejemplos locales de cómo se están impulsando proyectos e iniciativas en esta dirección, si bien es verdad que son todavía excepciones y hay amplio recorrido por delante. Una lista corta comprendería el Re-diseño y desarrollo de nuevos productos y servicios a la medida, el uso de la Analítica compleja de datos para ajustarse a especificaciones de clientes clave y mejorar el rendimiento operativo, la Reorganización y flexibilización de la cadena de suministro y las Innovaciones en el servicio al cliente y en el marketing hiperpersonalizado y multicanal.

Desde una perspectiva más de política industrial sectorial y de retos para la dirección empresarial en un contexto de ventajas competitivas cada vez más efímeras y ante la necesidad de explorar y generar nuevas opciones productivas a través de procesos colaborativos de descubrimiento emprendedor, cabe plantear las siguientes cuestiones:

¿Cómo adaptar nuestros modelos de negocio industriales a la nueva oleada de globalización con una mayor conexión diferencial con lo local? Los conceptos de soberanía alimentaria y branding con raíces, triple sostenibilidad eco-socio-ambiental y ensanchamiento de las actividades de base regional cobran especial importancia.

¿Cómo pueden nuestras pymes industriales alinear los cambios en las tecnologías que les afectan con las estrategias de negocio? No es solo transformación digital lo que toca, sino nuevos marcos de dirección estratégica más abiertos, intensivos en el uso de datos más fiables y seguros, de inteligencia competitiva y comprometidos con las nuevas oportunidades que nos definen los clientes.

¿Qué retos nos plantean estos nuevos escenarios para nuestro personal y cultura de empresa, en el que son requeridas nuevas y más exigentes competencias para desarrollar organizaciones más flexibles, resilientes y generadoras de confianza externa y compromiso interno? Resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personas en su diversidad, entre otras son Habilidades al alza hacia 2020 en un contexto donde no brilla precisamente la satisfacción en el puesto de trabajo y la motivación y credibilidad en las empresas.

Desde el pragmatismo optimista, más del 60% de los ciudadanos y directivos europeos, ven con curiosidad y con confianza, la perspectiva de entrar en una 4a revolución industrial (GIM 2015), son momentos de empezar a dar las adecuadas respuestas desde la acción reflexiva. No dejar que otro tren de alto conocimiento pase de largo sin subir a tiempo y con decisión en él.

(*) Miembro del Foro CATPE Tránsito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento -Director de Edei Consultores

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