Jerónimo Saavedra, diputado del Común, tomó ayer el relevo como venerable maestro de la logia masónica Abora 87, que nació en Santa Cruz de La Palma en 1875, y cuya sede regresó ayer a esta Isla. Esta organización fue aniquilada, como las del resto del país, por la dictadura de Franco. La refundación de la masonería en La Palma contó con una semana de actos. El principal día fue ayer con una marcha masónica, la primera que se celebra en España en 80 años. Aunque finalmente sin misa, debido a la negativa del obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, los masones rindieron homenaje a la memoria de los compañeros que sufrieron persecución y represión tras el 25 de julio de 1936, cuando se acabó en La Palma con la legalidad republicana. Lo hicieron a los pies de la escultura del padre Díaz, figura vinculada a la masonería, que fue glosado por Saavedra durante el acto como "un defensor de la libertad". La logia Abora se revela como crucial en la historia de la isla de La Palma, donde jugó el papel de impulsora de la cultura.