Madrid pretendió ayer ser una réplica de Caracas. En torno a 500 personas, según datos de la Policía Nacional, marcharon por la capital española para exigir, de un lado, la celebración de un referéndum revocatorio al presidente Nicolás Maduro y, de otro, la liberación de los presos políticos. Lo mismo ocurrió el pasado sábado en las capitales provinciales, en las que también se pidió la apertura de un canal de ayuda humanitaria a Venezuela.

En la cabecera de la marcha, que comenzó en la plaza de España y finalizó en la plaza de Isabel II (Ópera), estaban presentes políticos de primera línea, como el secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, el secretario de Relaciones Internacionales de PP, José Ramón García Hernández, o el edil socialista Antonio Miguel Carmona, quien incluso fue increpado por algunos de los asistentes, al entender que el PSOE apoyaba al Gobierno de Maduro. Los asistentes mostraron su compromiso y apoyo al pueblo venezolano por la difícil situación que viven en Venezuela.