Reconozco que estoy algo cansado de las casi unánimes quejas contra nuestros políticos y la situación actual. Somos un país de protestones con muy mala leche, y quejicas además. La democracia -con limitaciones mejorables- funciona. Los españoles discuten, se informan y votan, algo inimaginable durante la no tan lejana dictadura franquista. Los que vivimos aquello, sabemos lo bueno que es esto por comparación.
Pero sí, la realidad de los re-sultados electorales (también sistema electoral a cambiar) es complicada; difícil para los pactos, que no terminan de cuajar. Se llama a segundas elecciones que traen un leve giro a la derecha (para mí, muy influenciado por el brexit-vote del día anterior); pero el problema continúa: no hay pacto. Los dirigentes no se ponen de acuerdo. Hacen -digan lo que digan los quejicas- su trabajo: reelaborar la información de las urnas, e intentar pactar. No lo logran y se va a las terceras elecciones, que pese a sus malas prensa y fama, a mí me convencen.
Tendríamos tiempo para que los tan denostados políticos y los medios, reelaboraran la información de las urnas y propusieran -inevitablemente- variantes a sus propuestas; en general cediendo más que exigiendo. Y hay tiempo de aquí a fin de diciembre (Navidad no pesa, ni debería hacerlo) para que ese diálogo, dúo o "dueto" entre el publico votante y sus dirigentes -democracia en su estado casi más puro-funcione.
Los votantes, tras haber visto 2 recuentos de votos y sus resultados, y a los dirigentes exponer, promover y cambiar sus propuestas, tendrán más elementos de juicio. Sabrán mejor lo que su voto rendirá en número de diputados, según las alianzas y el sistema electoral vigente; y conocerán mejor la calidad, honestidad y -sí-, la ideología de éstos.
Pese a las quejas veo que se avecina un tiempo políticamente fértil. Los líderes -los cuatro- ya saben qué trae votos y qué los "pianta" (como decía Perón por espanta, asusta). Y los votantes, y los medios -sea cual fuere su orientaclón-tendrán más, y mucho más completa, información para decidir.
Lo peor a ocurrir sería que se repitiera por 3a vez un resultado similar a los anteriores. Pero entonces los políticos pactarían inmediatamente. Sí o sí. No me cabe duda. Casi lo han hecho ahora.
Basta de quejas entonces. Y vayamos a las terceras elecciones.
