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Javier Durán

Reseteando

Javier Durán

¿Y la azotea de Trump?

La verdad es que uno se queda en modo perplejo al ver las ocurrencias de los norteamericanos, sobre todo por su capacidad para crear mojones únicos durante la campaña electoral. Ahí está, como prueba, el debate sobre la salud de los candidatos a la Casa Blanca tras la pájara que le dio a Hillary Clinton debido, según su médico, a una neumonía. La confesión facultativa ha sido para Trump como un cochino negro a la sal, pues no pasa un día en que el candidato republicano haga alardes de sus triglicéridos, de la capacidad depurativa de sus riñones, de la buena composición de su sangre, de su corazón de toro, de la poca monta de sus varices, de la transparencia de su piel, de la estabilidad de su próstata...Todo ello a la vez que no para de esparcir dudas e inventivas sobre la salud de Hillary, a la que ve débil para gobernar el timón de la mayor potencia del mundo, en definitiva para estar al loro ante una emergencia nuclear. En tal coyuntura, los demócratas aspiran a que el republicano dé un paso más sobre el poder de su salud y ofrezca los resultados de una investigación sobre el tamaño de su cerebro, la evolución de la genética del mismo, el nivel de reacción del órgano ante una circunstancia exasperante, la capacidad de irascibilidad que esconde tras de sí frente a una situación de tensión, la respuesta cognitiva ante un desenlace dramático... En fin, los baremos que la psiquiatría y la psicología ponen a disposición del mundo moderno para conocer si nos encontramos ante un individuo de cuidado, con personalidades solapadas y con gran afán manipulador. Trump no se ha dado cuenta aún de que a los votantes no les interesa el cebo que recubre su cuerpo, ni tampoco el jugo que atraviesa las cañerías de sus buenos y rojos filetes. Lo que muchos desean es descifrar de una vez por todas lo que tiene debajo de su cabellera, en su azotea. Ha llegado la hora de saber si un desequilibrado va a poner al mundo en estado catatónico, sin reflejos debido a una fuerte impresión. Colapsado.

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