Es una acusación en toda regla la que lanza el periodista italiano Emilio Fittipaldi contra la jerarquía vaticana por su doble vara de medir.
El sacerdote español del Opus Dei Lucio Ángel Vallejo Balda ha perdido la situación de semilibertad en que se encontraba y "es hoy el único preso en las cárceles de Dios", escribe Fitttipaldi en el semanario L'Espresso.
Vallejo Balda fue condenado el 7 de julio a 18 meses de cárcel por haber entregado a Fittipaldi y al también periodista Gianluigi Nuzzi documentos reservados que revelaban la corrupción, el lujo desenfrenado y el despilfarro del dinero de los fieles por parte de algunos cardenales.
"El español del Opus Dei no es un santo, y ha cometido errores graves, pero sorprende que sea el único que ha pagado en el Vaticano por sus acciones, primero con un proceso mediático que destruyó su imagen y ahora con la cárcel", escribe Fittipaldi.
La otra condenada, la relaciones públicas Francesca Immacolata Chaouqui, ha visto suspendida su sentencia por los próximos cinco años, señala el periodista, que dedicó al escándalo vaticano un libro titulado Avaricia (1). "El prelado, agrega Fittipaldi, no ha robado ni sobornado, no ha infligido violencia ni extorsionado ni difamado a nadie, pero está pagando por el hecho de haber divulgado hechos reales y embarazosos para sus superiores".
Resulta paradójico, critica el periodista, que mientras tanto el cardenal Tarcisio Bertone "sigue viviendo en un apartamento de 300 metros cuadrados reformado con casi medio millón de libras de dinero de la Fundación del Hospital del Niño Jesús".
Como lo es que el cardenal australiano George Pell, a pesar de las acusaciones de la supuesta protección brindada a curas acusados de pederastia, continúe al frente de la poderosa Secretaría de Economía del Vaticano. O que el obispo de Limburgo, Alemania, que gastó en 2014 treinta y un millones de euros frente a los cinco millones inicialmente presupuestados para la restauración de la diócesis y de su apartamento particular haya sido llamado ahora a Roma como número tres de un importante dicasterio.
(1) Avaricia, Ed. Foca
