La Provincia - Diario de Las Palmas

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Sol y sombra

Arropados por la secta

La reivindicación del político delincuente o del supuestamente delictivo es otra de esas singularidades de este país que ha desandado el camino para volver a ser diferente. Spain is diferent. No nos libramos de eslogan por mucho que la modernosidad haya contribuido a simular un estado de las cosas distinto. Lo que aquí sucede no ocurre en otros lugares. La comparecencia en el Supremo de Francesc Homs, portavoz en el Congreso de Convergencia, por la pseudoconsulta del 9-N, fue secundada por un importante número de políticos catalanes encabezados por el propio Artur Mas. Homs acusó a la Fiscalía de actuar como "brazo armado" del PP y destacó que la sentencia condenatoria ya estaba tomada. El victimismo en manos de una patulea. A Homs lo arropa el interés independentista, pero no son nuevos los desafíos sectarios a la ley. La cúpula socialista, con Felipe González al frente, y miles de militantes arroparon a Barrionuevo y Vera en 1998 a las puertas de la cárcel de Guadalajara tras las condenas por los casos de Interior. El grito unánime a Felipe era "sácalos". La tesis, que se estaba cometiendo una injusticia contra dos probos hombres de estado. Como todo el mundo sabe, no era así. Barrionuevo y Vera estuvieron a la sombra menos de lo que hubiera correspondido a cualquier otro dirigente pillado en sus circunstancias en otro país democrático. Pero España, lamentablemente, es asín. Seguirá habiendo políticos como Homs, Ibarreche, Barrionuevo o Vera arropados por la secta hasta la puerta misma de los tribunales que les juzgan o la cárcel que les espera. Fíjense, por ejemplo, la expectación que rodea a Otegi, una especie de Gandhi para los suyos después de haber sido cómplice de una banda terrorista.

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