La Provincia - Diario de Las Palmas

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Desde mi noray

Los ciclos portuarios

El puerto de La Luz, con sus 133 años de existencia, es un permanente escaparate del acontecer marítimo en el mundo, que nos permite seguir al instante todos los cambios que se van produciendo en los medios flotantes. Si ayer eran los barcos convencionales de carga y pasajeros los que imperaban en el horizonte, tras el salto de la vela al vapor y que arribaban a repostar, hoy en día el transporte marítimo se ha ido especializando según las necesidades que demandan los nuevos tiempos.

Todo evoluciona. Cuando éramos niños contemplábamos en el muelle de Santa Catalina las descargas de los barcos pesqueros con casco de madera y más tarde pasamos al buque arrastrero congelador que fue toda una revolución. Si ayer veíamos al buque de carga y pasaje mover con sus plumas la mercancía que tenía a granel en sus bodegas, hoy vemos a los gigantescos buques portacontenedores que operan por terminales especializadas para depositar en grandes explanadas los contenedores con los productos de consumo.

Si en tiempos no tan lejanos divisábamos atracados al muelle de León y Castillo varios trasatlánticos que hacían rutas intercontinentales, hoy día nos quedamos extasiados con los grandes cruceros que alojan hasta cuatro mil turistas atracados en plena ciudad que son un ejemplo de la evolución del transporte marítimo. Y lo que resulta más curioso, si ayer venían los supertanques en el transporte del petróleo a amarrar por falta de flete en la dársena Exterior, hoy tenemos un horizonte de ocho plataformas petrolíferas entre atracadas y fondeadas que han venido al abrigo de la bahía de La Luz ante la falta de actividad. Lo que está claro es que la panorámica portuaria se renueva porque todo cambia en el mundo.

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