No hay dos sin tres. Cuando vienen mal dadas se agrupan todas. Ya lo dice la sabiduría popular: quien nace martillo del cielo le caen los clavos. Uno de los presidentes que más sufren la crisis de una de las entidades sociales y deportivas de la capital (y no es el Náutico) tuvo un accidente de tráfico que, además, le lleva de juez en juez. Si pone un circo le crecen los enanos. Ánimo se le desea, que el servicio a los demás merece benevolencia.