La circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria sigue trayendo cola. Y nunca mejor dicho, porque no solo se refiere al tráfico y a los atascos, sino porque sale a la luz día sí y día también la falta de planificación y previsión que ha tenido este proyecto desde el principio, habiéndose acumulado decenas de despropósitos que al final terminan enfrentando a unos municipios con otros y a unos vecinos con otros. Una infraestructura que se ha proyectado para el presente, se ha ejecutado en la realidad del pasado y sin tener en cuenta el futuro. Pero sobre todo sin tener en cuenta la opinión y participación ciudadana de los vecinos y vecinas de los barrios y pueblos al que este gran y beneficioso proyecto afecta. Esto ha pasado desde época histórica con las grandes obras de la ciudad, llámese Circunvalación de la ciudad, o como el planeamiento de Tamaraceite Sur, donde no se ha tenido en cuenta a la Geografía como disciplina urbanística. Como bien dice José Luis Sánchez Hernández del Departamento de Geografía de la Facultad de Geografía e Historia de Salamanca en el artículo Urbanismo y Geografía Urbana: Dos ciencias distintas, pero complementarias, y donde resalta el papel del geógrafo como mentor en el proceso de planeamiento e intervención en la ciudad para acercar nuestras ciudades hacia modelos más humanos y habitables. Un discurso que a mí no me suena a nuevo ya que desde principios de los noventa, cuando aún cursaba los estudios de Geografía en la universidad, se hablaba de las funciones que el geógrafo urbano podía desempeñar por su formación en el planeamiento. Ya es hora de que se tengan en cuenta otras voces en el planeamiento de grandes obras urbanísticas, y no me refiero solo a los geógrafos, sino también a la ciudadanía. Pero no una participación que se limite a plantear propuestas en juntas de distrito que la mayoría de las veces son "a toro pasado", que no son operativas y que no aportan nada nuevo que no hubiera podido solucionarse antes dialogando de manera directa con los vecinos y vecinas de la ciudad.

A colación de lo anterior leí hace unos días el artículo Percepciones y Valoraciones sociales de paisajes urbanos. Claves analíticas y potencialidades para su incorporación a la planificación urbanística y socio-económica de ámbito local de Rocío Silva profesora del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla y Jesús Rodríguez del Centro de Estudios Paisaje y Territorio de la Junta de Andalucía, y donde se realizó el ensayo para la cualificación social de paisajes urbanos en pequeñas y medianas ciudades en el que se valora la opinión y la participación ciudadana en la realización de grandes proyectos e infraestructuras. Este estudio, que se realizó en Sevilla, y que podría ilustrarnos sobre la importancia que se le da a la percepción ciudadana sobre las obras que le van a afectar en el futuro, constó de tres fases, según señalan los autores:

1. La primera fase analítico-descriptiva, de identificación y caracterización de los paisajes urbanos y rururbanos. Para ello se acude al análisis experto pero también a la realización de entrevistas en profundidad a informantes cualificados. En total se realizaron siete entrevistas a artistas, investigadores, empresarios, docentes y representantes de los medios de comunicación de la localidad. A partir de estas opiniones cualificadas, y conjuntamente con el análisis experto, se establece un prediagnóstico paisajístico de la ciudad de Constantina y su entorno inmediato, utilizado como documento de trabajo en la fase de participación pública.

2. Una segunda fase perceptivo-valorativa, de participación ciudadana. El eje central del proceso participativo gira en torno a sucesivos foros de debate o mesas de participación. En su estructuración y composición se tuvo muy presente el papel desempeñado por las administraciones públicas como hacedoras y gestoras de paisajes; de los agentes económicos como potenciales utilizadores de los recursos y las posibilidades de empleo que éstos ofrecen; y de la sociedad civil como depositaria de sus valores identitarios y patrimoniales. Se convocaron tres mesas, que en sesiones consecutivas reunieron a los principales agentes institucionales, económicos y sociales de la localidad: un total de 45 personas de distintas procedencias, filiaciones, implicaciones e intereses. Pero también se tiene en cuenta la visión de las instituciones implicadas en la protección, la ordenación y/o la gestión del paisaje urbano y su entorno, la mesa de agentes institucionales reunió a representantes del Ayuntamiento, de los partidos políticos con representación en el consistorio, del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y de la Unidad de Empleo y Desarrollo Tecnológico.

La mesa de agentes económicos contó con la participación de emprendedores locales para los que la imagen paisajística constituye un potencial activo económico donde participó un gerente de agencias de viajes, empresarios del sector de la hostelería y el turismo rural, gerente de una empresa de consultoría ambiental, representantes de asociaciones empresariales, empresarios de la construcción y propietarios y gestores agropecuarios.

La tercera mesa aglutinó a la sociedad civil, representada por las principales asociaciones y peñas y hermandades de la localidad, además del administrador municipal de facebook y el gestor de la televisión local.

Para facilitar el entendimiento del proyecto y animar la participación el desarrollo de cada una de las sesiones estuvo precedido de una pequeña introducción sobre el entendimiento del paisaje, ilustrada con algunos ejemplos de buenas prácticas.

Las distintas mesas resaltaron que el papel de la educación en la gestión y el futuro de los paisajes era muy importante y desde ella se alentó a la realización de una encuesta de preferencias paisajísticas a jóvenes en edad escolar, en edades comprendidas entre los diez y los 27 años.

3. La tercera y última fase, es la de las conclusiones que termina con una declaración de principios que recoge los valores del paisaje urbano de Constantina y las aspiraciones de la población respecto al futuro de éstos. Esto sí que es un ejemplo claro de participación ciudadana en los proyectos que al fin y al cabo afectarán a la ciudadanía. Pero en esta isla de Gran Canaria no aprendemos de los errores y erre que erre seguimos cometiendo los mismos del pasado, obras que quedan desfasadas al poco de su inauguración.

Y así muchos proyectos que luego tienen difícil solución enmendar errores, como lo que pasa con la Circunvalación en su tramo Tamaraceite-Siete Palmas- La Ballena, que ahora los políticos se ponen a pensar, "a conejo ido" , y a lanzar minipropuestas que en muchos casos no quedan en nada, porque ellos saben que poco o nada se puede hacer sin que afecte negativamente a algunos barrios. O el mismo caso de la urbanización de Tamaraceite Sur, donde se ha realizado un planeamiento pensando solo en el beneficio de las grandes multinacionales y la inversión privada, aunque esto fuera a costa de perder calidad de vida, desaparecer áreas agrícolas y espacios libres o de enterrar la historia de los pueblos de Tamaraceite y San Lorenzo. ¿Qué habría pasado si hubieran tenido en cuenta a la hora de planificar la Circunvalación, la opinión de los usuarios y vecinos de la parte alta de la ciudad? Otro gallo nos cantaría ahora en Tamaraceite. Pero así nos va. ¡Ahora solo queda lamentarnos!