La Provincia - Diario de Las Palmas

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Piedra lunar

Tríptico de Triana

Las ciudades se configuran en barrios que, a modo de puzzle, la expansión urbana se encarga de engarzar a la vez que establece unos límites funcionales. Barrio es un claro concepto urbanístico que a veces ha ofrecido connotaciones de arrabal por lo que convive con el eufemismo 'distrito', que en la administración municipal suele abarcar varios barrios. Reivindicamos el término tradicional: barrio Latino (París); barrio Gótico (Barcelona); barrio de La Isleta; barrio de Vegueta... El barrio suele tener identidad propia, con su idiosincrasia y dinámica interna, bien por el trazado urbano, zona residencial, función cívica, ámbito parroquial, tradición festiva... y que hace plural a cualquier ciudad. Recientemente se han celebrado las fiestas de San Francisco de Asís del barrio de Triana y la ocasión nos ha llevado a pensar que, como capas de una cebolla, existen tres Triana que se superponen: la histórica, la de los residentes y la de los usuarios. La histórica está conformada por la Triana del pasado que alcanza desde el momento en que la Vegueta fundacional salta la divisoria del barranco Guiniguada y se instala en la planicie inmediata que, además de fincas de plataneras, tiene incluso un Puerto donde atracan y se surten los barcos hasta finales del XIX. Ese pasado periclitado llega hasta donde quede un ciudadano con memoria, capaz de revivir acontecimientos presenciados y que informe de su experiencia vital. La Triana de los residentes es el barrio de quienes día a día respiran su atmósfera, se despiertan con el canto del gallo que alborea en una azotea de la calle Arena, o trata de dormir con el murmullo de quienes se expanden en tertulias de terraza que siguen a copiosas cenas celebratorias. La Triana de los usuarios está conformada por esos miles de viandantes que cada día vienen de otros barrios de la ciudad y de pueblos del interior a disfrutar con los atractivos de ocio que ofrecen sus calles, comercios, restaurantes. Cada una de estas Triana está alojada de manera diversa en la experiencia de la ciudadanía de nuestra capital. Sin embargo, ante esta pluralidad, nos asalta la pregunta de si existe una identidad compartida incluso por los propios residentes. ¿Qué iconos del barrio aglutinan de manera firme y constante a sus habitantes? La Isleta, Guanarteme, Schamann, San Cristóbal creo que tienen un nivel relacional que consolida su identidad. Triana, que la tuvo en una burguesía de comerciantes isleños de solera, sustituida por franquicias impersonales, tiene que reconstruirla. La concejalía del Distrito Centro, con la apertura de locales cívicos (antigua dulcería La Madrileña o la casona en la calle Lagunetas) junto con la AA. de VV. Terrero Guiniguada, con herramientas como la revista La Alameda, cuyo primer número acaba de ver la luz, tienen el reto de lograr un cierto nivel de identidad e integración social.

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