En el otoño de 2012 la Fundación Mapfre publicó el libro Crítica de la Razón Valorativa, Filosofía de las Emociones y de la Comunicación, que recogía una serie de trabajos presentados en la fundación entre 2009 y 2011. A modo de conclusión, escribía entonces en el epílogo de aquel libro que "una vez que hemos discurrido sobre el hombre en su plenitud existencial (K. Jaspers), o sobre su realidad como 'esencia abierta' y, por tanto, libre (Zubiri), y sobre la riqueza que se esconde en su interior? Si contrastamos esta visión perfectiva del hombre con la realidad oscura de la violencia perdurable, los acosos escolares, los acosos de los adultos, los abusos, el maltrato, la explotación de los niños y mujeres, la guerra, el exterminio de poblaciones enteras, esto es, con esa perversión sistemática, y en tantos casos cercana, de la conducta del hombre con el hombre (homo homini lupus)? Tenemos que hacernos, al término de estas páginas, esta pregunta?¿Creemos que nuestra reflexión (filosófica) puede llevarnos a alguna parte?". O, mejor, esta otra. "¿Cómo podemos trasladar una filosofía del hombre y de los valores?a la realidad social de nuestro tiempo, de forma que nuestra reflexión sea constructiva, sea real y no quede en puro pensamiento?".

Y señalaba que si queremos hacer real una filosofía del ser humano es fundamental remediar la ignorancia y deformación emocional, que está en la base de los condicionamientos violentos de las relaciones sociales. Y de este modo influir en la educación, advertir la ignorancia emocional con la que los adultos crean sus familias y la deformación emocional existente en la base de las relaciones sociales y de las relaciones políticas. Y para superar esta ignorancia proponía el estudio y aplicación de las psicoterapias humanistas y similares, con una finalidad básicamente educativa, más que terapéutica, para buscar un modelo formativo y una filosofía de la educación emocional.

Cuatro años después de aquella publicación deseo manifestar que ese modelo formativo y esa filosofía de la educación emocional ya existe y ha sido puesta a prueba, a través de los seminarios de Filosofía, Psicoterapia e Inteligencia emocional, celebrados en la Fundación Mapfre Guanarteme, en estos últimos años. Allí se ha divulgado y experimentado un modelo formativo, que se encuentra en los libros editados por la fundación, y que también está contenido en un curso de formadores de la Gestión Emocional, disponible en el portal formativo del Instituto Virtual de Ciencias Humanas (www.ivch-cursos), que está siendo utilizado como instrumento formativo por el Sindicato independiente de profesores ANPE en la formación del profesorado.

Este curso para Formadores en Gestión y Entrenamiento de la Inteligencia Emocional supone una síntesis de influencias diversas: de la filosofía existencial, las psicoterapias humanistas, el Mindfulness o la Comunicación No Violenta. Incorpora una teoría, pero sobre todo una praxis, que se desenvuelve a distancia y se completa en algunos talleres presenciales. Se trata, desde luego, de 'comprender', ejercitando la razón; pero sobre todo de comprenderse a uno mismo y a los demás desde la experiencia emocional. Este aspecto vivencial le da al curso una dimensión nueva e introduce a quienes lo siguen en una experiencia de la propia persona, sorprendente y enriquecedora, como recogen los testimonios de quienes lo han seguido. Escogeré solamente algunos.

"Gracias por este curso. Ha sido altamente positivo y puedo decir que para mí ha habido un antes y un después. He comenzado un proceso imparable de formación, que está haciendo que cada vez descubra más de mí y del mundo que me rodea. Los ejercicios propuestos en el curso me son de muchísima utilidad".

"Quería dar las gracias por el curso: cómo ha logrado en estos temas condensar el ideario en torno a la inteligencia emocional. Me ha encantado adentrarme en el pensar filosófico, en el emocionario de Greenberg, en la Comunicación No Violenta de Rosemberg y en el Focusing de Gendlin?.¡Me queda tanto por aprender! Le aseguro que ha marcado un antes y un después en mi vida".

"Me apasiona todo lo que he aprendido y las posibilidades que me crean estos conocimientos para gestionar mejor mis emociones, para aceptarlas y desde esta base solucionar mis conflictos y contradicciones. A su vez, todo esto lo puedo aplicar en diferentes facetas de mi vida y en mi vida profesional, y dotar de estas poderosas herramientas a las personas con las que trabajo".

"Estos meses de curso han sido un regalo para el alma. Creo que existe un gran potencial en las teorías humanistas y que nuestro ser se siente nutrido con ellas. Solo espero seguir indagando y perfeccionando en mi búsqueda interior".

"Echo una mirada atrás y advierto el gran cambio que el análisis de las emociones ha producido en mí y cómo en poco tiempo he aclarado la búsqueda de años?.Imagino un futuro altamente constructivo y me invita a vivir y maravillarme, a realizar mi propósito, a quererme y querer a los demás?Siento el fluir de la energía, es una sensación liberadora".

"El curso me ha gustado mucho. He aprendido técnicas para mí novedosas para emplear en clase con mis alumnos".

"Para mi esta experiencia ha servido para acercarme al mundo de las emociones, mías y de mis alumnos. Las estrategias aprendidas me están ayudando no solo en mi profesión, sino en los acontecimientos de mi vida personal".

"Personalmente me ha resultado muy interesante para mí y también para aplicar lo aprendido en el aula con mis alumnos. Es un curso muy recomendable para todos los profesores".

Y cierro con una última reflexión de una profesora/alumna:

"Sinceramente, esperaba un curso donde nos hablaran sobre qué es la inteligencia emocional y cómo tenemos que trabajar con los niños/as para ayudarles a desarrollarla. Pero el curso ha sido más profundo de lo que esperaba".

El curso semipresencial de Formadores en la Gestión y Entrenamiento de la Inteligencia emocional vuelve un año más en el Sindicato ANPE y en el Instituto Virtual de Ciencias Humanas. Se trata de una herramienta muy sencilla que va a ir transformando el aula, la familia y la empresa, dándole entrada a la Inteligencia Emocional.