Con un público que ocupó más de la mitad del aforo del Teatro Pérez Galdós de Las Palmas, el pasado 13 de octubre, dio comienzo el V Festival de Música Antiqva de Las Palmas. Este concierto se ofreció en colaboración con la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria.

Los intérpretes encargados de abrir el festival fueron Los Músicos de Urueña, que toman su nombre de la afamada y amurallada villa medieval de Urueña, localidad vallisoletana vinculada al desarrollo cultural, ya que con una población de unos 120 habitantes, cuenta con más de 10 librerías, el Centro e-Lea Miguel Delibes (espacio para la Lectura, la Escritura y sus Aplicaciones) que es el corazón de la Villa del Libro, además cuenta con los dos museos de instrumentos musicales, como lo es el de la Fundación Joaquín Díaz y el Museo de la Música Luis Delgado, cuyo propietario fue uno de los intérpretes de este concierto.

El Vino en las Tres Culturas fue el tema conductor del concierto, con obras originarias de las civilizaciones de las tres religiones asentadas en la península Ibérica, en los siglos XII y XIII, que eran la cristiana, el islamismo se vió representado por el área andalusí y la tradición sefardí como manifiesto de la religión judía.

Los intérpretes, los tres grandes músicos, fueron Luis Delgado que tocó la sanfona, el laúd, y percusión con panderos y darbouka, nuestro viejo conocido de años anteriores, Cesar Carazo fue el que llevó la voz cantante acompañándose con la viola y Jaime Muñoz que estuvo encargado de los numerosos instrumentos de viento: como la axabeba marroquí flauta de caña travesera, el instrumento más largo fue la cornamusa de doble lengüeta, el chalumeau es un instrumento de lengüeta entre la flauta dulce y el clarinete, el kaval originario de Bulgaria, más un acordeón diatónico; en el Milagro del Vino en Bretaña Muñoz empleó una flauta de 3 agujeros como el xistu acompañándose con un tamboril.

Las obras fueron las siguientes: dos estuvieron basadas en dos Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio (siglo XIII) como el Milagro del Demonio en la Bodega y el Milagro del Vino en Bretaña; de la tradición sefardí fueron Los Guisados de Merenjena y el El veneno de Moriana, siguiendo con una obra del Carmina Burana, Vinu Bonum et suave acompañada por la cornamusa, para continuar con una obra del trovador occitano Bertrand de Born, el Ges de Disnar acompañada por el chalumeau; la tradición andalusí estuvo representada por Turid Yar Fuqayyar y Tzid Wa Sqini donde aparece la axabeba, destacando la dicción de la que hicieron gala los cantantes y de los Chants judeo-espagnols de Isaac Levy nos ofrecieron Xalom Alekhem señores y La vida do por el raki acompañadas por el acordeón.

Ya comenté que los tres músicos eran excelentes, pues las melodías de la viola de Carazo, impregnaban a las canciones de un sentido mágico, subrayado por el ritmo de la percusión de Delgado con sus panderos y darbouka, más los acompañamientos de los múltiples instrumentos de viento realizados por Muñoz.

Consideré en el título de la crítica el concierto como interesante, porque se nos mostró una música que raramente se escucha en los circuitos musicales, dando por resultado un concierto que agradó mucho al público, ya que se estableció una empatía entre los intérpretes y el respetable, como así mismo manifestaron estos Músicos de Urueña.

Esperemos que los siguientes conciertos sigan con esa misma tónica, para que ayuden a consolidar este festival.