Twitter se ha convertido en una trinchera donde la gente arroja sus fobias. Y, desde el anonimato, crece la presencia de trolls -cuentas con identidades desconocidas o falsas que se dedican a atacar a la persona que consideran el enemigo-. Esa tendencia se ha acrecentado últimamente entre los partidarios de Meri Pita y los defensores de Brito, que han convertido la red en otro campo de batalla por las luchas internas de Podemos Canarias.