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'Canciones con imágenes de Promuscan'

De amor y soledades

En un nuevo programa de Promuscan, Canciones con imágenes, el pasado 15 de octubre, actuaron la soprano Nisamar Díaz, el guitarrista Fernando Bautista y el también guitarrista Fran Lázaro como encargado de plasmar las imágenes. Las obras interpretadas respondían a la temática del amor y soledad. El director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca, presentó a los compositores, quienes expusieron la idea germinal de sus obras, todas en estreno absoluto. En una pantalla situada detrás de los músicos fueron proyectadas las imágenes relativas a cada una de ella y sus textos.

Comenzó el concierto con la Peroración, del profesor Jonás García, autor de letra y música. La cantante invoca el tema de la muerte con una disertación. Ya que en la retórica barroca la peroratio era la parte final del discurso, en esta Peroración expone el autor la reflexión de que todos acabaremos muriendo, apoyándose en una melodía con grandes diferencias interválicas y armonía disonante en la guitarra.

A continuación, un Réquiem de Leandro Ramos, profesor de guitarra y prolífico compositor, que en una adaptación de la letra de los 14 movimientos del Réquiem los relaciona con la situación actual del maltrato femenino. Una amplia interválica con frecuentes semitonos hace difícil la interpretación vocal. Varios movimientos de la obra tienen clara inspiración barroca, aunque son expuestos en modo actual.

La segunda parte comienza con Los delirios de la Perinquena, con letra y música del musicólogo Lothar Siemens, que narra la experiencia de una mujer de la vida con un chorbo. En el primer movimiento Por la calle, la susodicha se encuentra en Triana con el que sería su amor; en el segundo ¡Estate quieto! narra lo sobajiento que era el tipo en cuestión y en el tercero Te marchaste, culmina con la separación y la nostalgia que evoca el recuerdo del hombre perdido, al que todavía ama.

Siemens construye sus letras con un claro componente costumbrista, ya que emplea un lenguaje coloquial muy canario y muy erótico. La música que compone se ciñe al modo contemporáneo, pero inspirándose en todo el canon guitarrístico de la mitad del siglo XIX hasta nuestros días. Una obra muy completa y muy difícil de interpretar, sobre todo para el guitarrista.

La conclusión del concierto vino de la mano de Víctor Landeira, también profesor de guitarra, con un Album de Haikus traducidos del japonés Matsuo Basho, en los que las notas y silencios exhiben una composición minimalista al estilo japonés del siglo XVII, con raros acordes y empleo de glissandi. Su segunda obra Ocho Rimas fueron sendas composiciones basadas en Rimas de Bécquer con un conjunto de recursos guitarrísticos de altísimo nivel compositivo, que acompañaban melodías de una sutileza digna del poeta sevillano.

Los intérpretes estuvieron a un nivel bastante alto. Nisamar Díaz afrontó todas las obras con voz potente, afinada y sin vibrato, todas ellas, como queda dicho, con saltos interválicos impresionantes, sobre todo en el Requiem de Ramos, que para mí fue la obra de más difícil interpretación vocal

Fernando Bautista utilizó una guitarra de diez cuerdas, al estilo de la Narciso Yepes, aunque con afinación diferente, más cercana a la de una tiorba. La complejidad de las obras de Siemens y Landeira, puso de manifiesto la calidad del guitarrista.

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