La Provincia - Diario de Las Palmas

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La que se avecina

La bola de cristal

A veces visitamos adivinos para que nos lean las manos y/o vean nuestro futuro en la bola de cristal. Esa práctica mágica, paracientífica, ha invadido la política. De acuerdo que en política es normal hacer predicciones que -sea ella una ciencia o no- a veces se cumplen y a veces no.

Pero hoy en el PSOE los barones y baronas miran la bola de cristal y saben lo que va ocurrir. Saben que en unas terceras elecciones ganará votos el PP y los perderá el PSOE. Y de acuerdo a lo que ven, o con esa excusa, hacen, construyen su política para evitarlas? y de paso, darle el empujoncito a la Moncloa que necesita el corrupto Rajoy. ¡Qué vergüenza! ¡Qué papelón!

Falta de capacitación profesional, de liderazgo, de vergüenza. En vez hacer, construir, una política sobre las bases y principios del partido, como quería el defenestrado Pedro Sánchez, se hace una política contraria a las bases y a los principios del partido, justificada, eso sí, por vaticinios numéricos de votos a ganar o perder. ¿Gobernar? No. Eso es secundario.

Repito: ¡Qué vergüenza! Uno de los puntos más bajos de la larga historia del PSOE. Triste final de carrera para Felipe y Zapatero, votar -sí que lo es- por Rajoy, y contra las bases de su propio partido.

Z La situación

Rajoy tiene las cartas ganadoras: el pasaporte a la Moncloa que le da el PSOE. ¿Qué nuevo prototipo de "Gran Coalición" disociada y vergonzante es ésta? ¿El PPSOE?

¿Qué se exigen y qué se conceden en las negociaciones? ¿Saldrá de esto realmente un Gobierno, o un Frankenstein/Golem, un McGuffin para entretener y ganar tiempo? Seguirá Rajoy. Vaya uno a saber quién lo sacará de allí, cómo y cuándo.

El PSOE está en una disyuntiva de vida o muerte que puede ser su final, el triste camino del PASOK griego. Tiene enfrente a un Rajoy -temible negociador- con las cartas ganadoras en la mano. El PSOE debe elegir entre las bases o los "capos". O se destruye o se fractura.

Esa línea de fractura, esa falla geológica que corta ahora al PSOE (puede ser hasta sísmica) divide en dos al partido. Y al país.

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