¿Qué hubo?

Pues lo que hubo, lo que hay, es que el PSOE se divide. No hay tu tía. Una parte se unirá al PP en la "Gran Coalicion PPSOE" -el casposo canto del cisne de Felipito Tacatún y Zapatero- y otra parte intentará reparar la relación con Unidos Podemos que -gran beneficiario- podría llevarse millones de militantes-votos.

Los números. El domingo en el PSOE, votaron 96 contra Rajoy, y sólo 139 a favor. Eso con las viejas bases existentes. Con unas nuevas bases elegidas ahora -realistas, actuales, ya mismo- la entronización de Rajoy perdería, quizá por goleada.

Pero Rajoy ha ganado de apuro y gobernará. Eso es lo que hubo y lo que hay. Triunfo del PP. Y gobierno conflictivo de necesidad, hijo de un matrimonio incompatible, mal concebido y mal avenido, donde mandará Mariano.

Cuando nos despertemos, la España de Franco, del PP de Rajoy, todavía seguirá allí.

Z Reglas y culpa

Reglas de abstinencia. Perdón, de abstención. No son lo mismo (saber de abstención es la clave, que de abstinencia cualquiera sabe). Ahora la pulseada en el PSOE ya no es por abstenerse, sino por cómo hacerlo: O "los 11 nominados" con nombres y apellidos de todos o "todo el partido en bloque", al anónimo estilo estalinista.

Están rizando el rizo. Consumada la entrega del poder a Rajoy, acto culposo en sí; el tema ahora es ver quién asume esa culpa. Como en un drama bíblico o una novela de Dostoyevsky la culpa ronda en el PSOE y acecha a los culpables, que intentan huir de ella o al menos ocultar sus nombres.

Que no paguen justos -los partidarios del no a Rajoy, incluido el PSC catalán- por pecadores -los que implantaron claudicar ante el PP-. Que los que se opusieron a esa triste rendición histórica dejen su nombre en claro. Que su tum-ba -como dijo Dylan- se mantenga limpia.