Tras el mostrador de la sala de lectura de El Museo Canario se ven pasar retazos de historia, retales de vidas anónimas o instantes memorables de nuestra ciudad... en definitiva, momentos y etapas que son rescatados de los estantes para cobrar nueva vida.

Los usuarios que se acercan al servicio del Centro de Documentación de El Museo Canario con el objeto de consultar el material hemerográfico, de forma particular la prensa escrita, son muy variados en cuanto a las motivaciones que los traen hasta aquí.

No sólo nos encontramos con investigadores del ámbito académico, que, por ejemplo, requieren contrastar la fecha en la que algún determinado acontecimiento tuvo lugar, o verificar las palabras y opiniones que personajes ilustres de nuestra sociedad manifestaron en épocas pretéritas; sino también muchas otras personas con otro tipo de inquietudes que pueden verse resueltas satisfactoriamente tras realizar consulta a nuestra hemeroteca.

En algunos casos somos testigos de "pequeñas investigaciones" realizadas minuciosamente sobre alguna temática concreta, siendo consultados para periodos de tiempo determinados, y de manera sistemática, distintos ejemplares de prensa escrita; recabándose toda aquella información que resulte de interés.

En otras ocasiones se pretende obtener información sobre algún hecho concreto, ya sea próximo o alejado en el tiempo; o nos visitan algunos "nostálgicos" que, de manera muy personal, desean recabar aquel artículo de prensa del que fueron protagonistas en alguna de las etapas de su vida.

Investigadores, doctorandos, estudiantes, representantes de asociaciones de vecinos, clubes deportivos, periodistas retirados, particulares en general? son un ejemplo, entre otros muchos, del público que acude a la hemeroteca de El Museo Canario; con propósitos e intenciones de muy variada índole que son satisfechas, en la mayoría de los casos, tras la consulta del amplio catálogo hemerográfico.

En el desarrollo de esta actividad en nuestra sala de consulta he tenido la misión de convertirme en el nexo de unión entre los usuarios y estos fondos documentales; convirtiéndome en "testigo accidental", a través de sus pesquisas, de diversos acontecimientos de nuestra historia reciente, de los cambios que ha sufrido la morfología de nuestra ciudad, del papel de personalidades de referencia y su influencia en lo político y social en la época que acontecía? Es como si la historia cobrara vida, cambiando, inevitablemente, la percepción histórica del espacio en el que vivo.

Todo ello me hace reflexionar sobre el potencial que atesora la hemeroteca como fuente de información de una riqueza temática amplísima, con un recorrido temporal que supera los dos siglos, y que se encuentra a disposición de toda nuestra sociedad. Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la hemeroteca de El Museo Canario se convierte día a día en nuestra memoria colectiva local, donde la institución juega un papel fundamental. No es sólo el espacio contenedor de los distintos ejemplares de prensa para su puesta al servicio de consulta, sino que en ella se desarrollan tareas de actualización, organización y conservación del a veces frágil soporte en el que éstos se sustentan. Todo ello para mantener durante el paso del tiempo la riqueza documental de la que la hemeroteca de El Museo Canario es claro ejemplo.

Los avances tecnológicos desde finales del siglo XX, impensables en el momento de la edición de muchos de los diarios impresos, contribuyen a preservar los documentos físicos, y en gran medida a facilitar la consulta de la información. La digitalización de los ejemplares y su implementación en los sistemas informáticos actuales potencian aún más el valor de la hemeroteca; pudiéndose realizar consultas y búsquedas detalladas, obteniendo resultados en mucho menor tiempo.

En definitiva, las hemerotecas en general han conseguido vencer la propia naturaleza efímera de la prensa escrita desde dos perspectivas bien distintas. Por un lado, la "caducidad" de la información, que continuamente se ve reemplazada con una periodicidad muy corta, se ha visto superada por el interés que suscita el análisis histórico de la información en su conjunto; y por otro lado, nos referimos al soporte en el cual esta información se plasma, "el papel", que se ha ido conservando en las hemerotecas en condiciones más adecuadas, y del que en el mejor de los casos se dispone de copias en formato digital.

Seguramente el servicio de hemeroteca de El Museo Canario, al igual que su biblioteca, no sea tan conocido a ojos de la sociedad como las diversas colecciones arqueológicas que se exponen en sus salas. De este modo, no me queda más que invitarles a visitarnos y requerir nuestros servicios siempre que lo crean necesario, volviendo a dar vida a estas páginas que aquí les esperan, para retroceder en el tiempo y recordar o conocer diversos aspectos de la historia de nuestra sociedad y de nuestras propias vidas.

(*) Centro de Documentación de El Museo Canario