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Elizabeth López Caballero

El lápiz de la luna

Elizabeth López Caballero

¿Compartimos trabajo?

Los tiempos cambian -aunque España parece inmutable- y países como Suiza, Reino Unido o Alemania no paran de reinventarse. Lo último en el plano laboral es el Job sharing, que consiste en compartir un mismo puesto de trabajo. Todas aquellas personas que no quieren o no pueden tener una jornada laboral completa, comparten con otra su puesto de trabajo, así van por ejemplo, uno de lunes a miércoles y el otro de miércoles a viernes, y coinciden ambos el miércoles para coordinarse y tener un feedback sobre aspectos elementales del cargo o puesto que desempeñen. Esto para las empresas es una buena inversión, puesto que cuentan con cuatro brazos, cuatro piernas y dos cerebros al precio de uno. Lo que no entiendo es por qué España aún no lo está llevando a cabo, con lo que les gusta a nuestros políticos aprovecharse de cualquier oportunidad de la que salgan beneficiados. Tal vez estén destruyendo o escondiendo pruebas de algún caso de corrupción. ¿Quién saben en qué andarán nuestros representantes del Estado?

Obviamente, no solo se reparten la jornada laboral, sino el sueldo. Pero aun así para las personas que disfrutan del job sharing no es un inconveniente. Así, una madre o un padre que desee pasar más tiempo con sus hijos -bendito tesoro- puede seguir trabajando y criándolos. En algunos países de Europa ya se han sumado a este movimiento jueces, periodistas o curas anglicanos. Este método, a mi juicio, persigue un único fin: disfrutar del tiempo, que pasa rápido y no vuelve sino cuando ya es demasiado tarde.

No hay datos oficiales que registren esta fórmula de trabajo, pero si algunas estimaciones que indican que un 25% de las empresas ofrecen puestos para compartir. En España el job sharing está lejos de ser una opción. Según un portavoz del Ministerio de Trabajo, la prioridad en España es la estabilidad asociada a una jornada de ocho horas. Según este representante del Ministerio, el sesenta y tres por ciento de los empleados a jornada parcial lo son porque no tienen jornada completa. Sin embargo, yo creo que la prioridad de España es, como decía mi abuela, un "majo y limpio" en el Gobierno. Que devuelvan lo que han robado o que paguen por tal hurto. Nuevos candidatos a Presidentes del país, que ya huele a viejo, y no por edad sino por olor a podredumbre. Estoy segura de que muchos -por no decir todos- de los millones de parados de nuestro país estarían deseando compartir jornada laboral con esa madre o ese padre que sueña con que se la reduzcan para disfrutar de criar a sus hijos. Al final ellos se pierden la infancia de sus retoños por mantener su trabajo y los desempleados siguen sufriendo de depresión por no encontrar algo -por poco que sea- con lo que ganarse los garbanzos. Puede que la razón de que no se lleve a cabo en nuestro país sea que a los dirigentes españoles no les gusta compartir ni que compartamos. Son muy suyos, son suyísimos.

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