La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una noticia que produce sorpresa y estupor

Como parte de la plantilla de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, algo de lo que estoy muy orgulloso, cada vez que surgen noticias que afectan a su imagen me siento muy dolido. Como muchos saben, la ULPGC está inmersa en un proceso electoral al que se han presentado varias candidaturas. Estas merecen, independientemente de sus propuestas y del apoyo que reciban, un enorme respeto por el trabajo que conlleva este tipo de campañas, y por la voluntad de servicio que supone querer asumir responsabilidades en una institución pública. Como parte de este proceso, el pasado día 16 se celebró una primera vuelta electoral, de resultas de la cual ahora sólo dos equipos están en disposición de poder optar a dirigir esta Universidad. Lo llamativo es que la Junta Electoral Central haya publicado hoy lunes (cuando escribo estas líneas, y cinco días después de esa primera ronda electoral), una rectificación de los resultados que ella misma había previamente hecho oficiales, y con una enorme divergencia tanto en los votos finales obtenidos por los candidatos como en su ponderación por estamentos.

Esta noticia ha producido sorpresa y estupor, no porque se rectificara (algo que todos sabíamos que ocurriría, dado el clamoroso error en el cálculo de los resultados que se habían publicado) sino porque, después, no venía reseñada la dimisión de la responsable de dicha Junta. Un fallo de esta magnitud, en un proceso de cálculo bastante sencillo, y en una Institución que debería ser una referencia del conocimiento científico en nuestra tierra, ya es un baldón muy poco explicable. Pero que se mantuviera durante cinco días, en un "sostenella y no enmendalla" contra toda lógica y frente a todas las evidencias, nos pone muy cerca del ridículo. Imagino la media sonrisa de nuestros alumnos diciendo "nuestros profesores no saben ni contar" o la sorna de otras universidades u organismos cuando se les hable de nuestra solvencia en la gestión y nos recuerden estas elecciones.

Pero ni siquiera es esto, ni las múltiples muestras de incoherencia que la Junta Electoral ha mostrado durante todo el proceso, lo que nos debe hacer pedir el relevo de su responsable. Lo realmente grave es que se ha creado una sombra de duda sobre toda la elección. Produce pavor pensar que el Rector que resulte electo, sea el que sea, pueda quedar sujeto a un proceso interminable de reclamaciones y recursos (incluso judiciales) que merme su capacidad de gestión y de representación, y que limite sus posibilidades de negociación frente a otros interlocutores en el futuro.

Las elecciones en la ULPGC, por ser nosotros los representantes de la más importante institución académica de la Isla, deberían ser un ejemplo de transparencia, limpieza y respeto, además de dar la imagen de "excelencia" en la gestión de la que queremos ser acreedores. Mal favor le hacemos a la institución si parece que ni siquiera sabemos contar votos, calcular porcentajes, o, lo que es peor, reconocer los errores. Por favor, por respeto a la Institución, ya es suficiente.

Compartir el artículo

stats