La vanidad, la publicidad, los fondos públicos y la promoción personal suelen ser malas compañeras y consejeras. Por razones legales y éticas. La vicepresidenta del Gobierno de Canarias patrocinó ayer enTenerife un foro privado que ella misma inauguró. Una mezcla explosiva: recursos públicos y "autobombo". La definición es de Zapatero. Es muy tentador pero prohibitivo usar los presupuestos para patrocinios dedicados a ensalzar la labor de un cargo público. Al foro en el que intervino Patricia Hernández, colaboradora inexcusable como patrocinadora e invitada a la vez del evento en un pirueta deontológica sobre el marco jurídico que regula el uso de la publicidad institucional, acudió el exministro Caldera. El Gobierno de Zapatero al que perteneció Caldera fue el primero que reguló los fondos públicos para patrocinios. Sus compañeros han olvidado algunos consejos. El foro de ayer en Tenerife trataba sobre la dependencia, aunque no de las depedencias de quienes depende y reparte la publicidad institucional a discreción.