Un año más, la fiesta de la vela en su XXXI edición ha vuelto a ser la protagonista, en los pasados domingos 13 y 20 de este mes, con la Atlantic Rally for Cruises (ARC) en la bahía de Las Isletas, protagonizada por más de 300 embarcaciones con sus velas desplegadas rumbo al Caribe. Son lonas atlánticas con su velamen desplegado, en busca de los vientos alisios como ocurriera un día con Cristóbal Colón, allá por 1492 para el descubrimiento de América que también vino con sus naos al socaire de la isla de Gran Canaria, cuando buscaba la ruta de las Indias.
Cuando llegó por esta Isla allá por 1986, aquel visionario rumano Jimmy Cornell hace más de tres décadas, explicando su proyecto de concentrar en el puerto de La Luz varios yates para que se pertrecharan y, de forma conjunta a modo de regata, cruzaran las aguas del Atlántico el mes de noviembre de cada año, muchos pensaban que era un "cantamañanas" y que su proyecto se iría al traste. Pero el paso del tiempo le ha ido dando la razón y de aquel primitivo espigón para corregir la reflexión del oleaje dentro de la bahía, ha surgido con el total apoyo de la Autoridad Portuaria este espectacular muelle Deportivo que es el mayor de Canarias con más de un millar de atraques.
Este empuje y desarrollo se debe de forma fundamental a la edición anual de la ARC, que además está fomentando el paso de nuevas regatas como la Rendez-Vous 2017 en mayo y la Mini Transat en septiembre. Son detalles claros y rotundos de que Gran Canaria es la meta y salida mundial de la vela transoceánica, el punto de obligada recalada, porque tenemos múltiples servicios que garantizan la mejor asistencia al mundo de la náutica internacional. El mejor ejemplo lo hemos tenido con esta ARC que ha desplegado 300 embarcaciones con 1.600 tripulantes de 45 países. Un gran valor añadido para la capital y la Isla de la mano de su actual "comodoro" Andrew Bishop. Buenos vientos y ¡feliz travesía!
