Escuché el otro día la siguiente "boutade": "Brasil es el país del futuro....y siempre lo será".
¿Verdad que todos conocemos a algún cristiano al que dicha frase le pega como anillo al dedo?
¿No les fastidian esas personas que subliman lo que no son sino sus fobias y manías, elevándolas a la categoría de firmes principios?
Observo con curiosidad a F.D., empresario de éxito en lo profesional, regando con evidente fruición el césped de su jardín. Al comentárselo me replica:"Me encanta regar, porque es una de las pocas actividades que te regala un resultado inmediato. "¡Fíjate lo mojadita que está quedando la hierba!".
A veces constato que hasta mis "breverías" son demasiado extensas para despertar el interés de los jóvenes tuiteros cuyo cupo de lectura de un tirón no pasa de los consabidos 140 caracteres. Supongo que además de intentar sintetizar todavía más mis modestas reflexiones, habría de someterlas a un proceso de "jivarización".
Es difícil renunciar a los esquemas mentales, incluso para los infantes; como el niño rico que al conmiserarse de un niño pobre se lamentaba como sería su predicamento, al tener que arreglárselas con un mayordomo pobre, un ama de llaves pobre, y un chófer pobre.
Al recriminarle a C.S. su mala memoria por habérsele olvidado su cita conmigo, me pone en mi sitio, tajante: "¡Pero si me he acordado de olvidarme!"
Acabo de leer sobre un fenómeno que desconocía: las bandadas de aves vuelan más rápidas que cualquiera de ellas en solitario.
Está claro que por lo menos en el mundo aviar, además de hacer la fuerza, "la unión hace la velocidad"
