Hace mucho tiempo, en las pequeñas reflexiones que realizamos los humanos, llegué a una conclusión sencilla; que no siempre las guerras, las balas de las armas y cualquier objeto que pueda producir la muerte, los accidentes de tráfico, los laborales entre tantos otros producen la muerte de muchas personas. Y como no, la terrible muerte por inanición y muchas veces sin salir de nuestro país, aunque no es lo habitual. Pero no cabe duda que la muerte acontecida de una anciana en su domicilio, por no carecer de energía eléctrica al habérsele cortado la luz por impago por parte de la compañía, y tenerse que alumbrar con velas en este caso, fue motivo del incendio que acabó con su vida. A pesar de que en Cataluña existe una ley que obliga comunicarlo a los Servicios Sociales de turno, cuando hay indicios de la llamada "pobreza energética". Y lo lamentable es que ponemos muy rápido los nombres a las situaciones diversas, pero a dicha pobreza, no se le pone la solución para evitar estas situaciones tan tristes y lamentables.

Quizás ocultaba este hecho por vergüenza, la que no tienen los corruptos en la política para enriquecerse del dinero público y de las distintas situaciones que se les presentan por los puestos que ostentan. De ahí la importancia de las políticas sociales que vertebran una sociedad avanzada y progresista para conseguir un estado de bienestar, que junto con el empleo vaya consolidando una convivencia mas igualitaria y de justicia en el devenir de los pueblos. Mientras avanza el populismo insolidario, sectario y racista; haciendo recordar una historia pasada cargada de muchos días de tinieblas y sufrimiento, que a base de sangre lucha y sudor hemos avanzada hacia un futuro mejor. Una ciudadanía ávida de que la política se ponga al servicio del pueblo, y en particular en las clases mas humildes, que vienen pagando la crisis a su peor precio, en una pésima distribución de la riqueza. Y ahí los ves a muchos de los responsables políticos investigados, caminando con sus caretas de la hipocresía dignas del mejor carnaval, pero en este caso de la incompetencia y latrocinio. Por lo que quedamos a la espera, de que se resuelva una vez mas lo que podía haberse evitado con una buena gestión, incluida la de las empresas generadoras de estos servicios, por lo menos en el cumplimiento de la ley, ya que tampoco suelen practicar la solidaridad, cuando les tocan sus beneficios.