Los Derechos Humanos son derechos que corresponden a todos los seres humanos solo por estar vivos en este planeta.

No se tiene en consideración nacionalidad, lugar de residencia, sexo, etnia, color de piel, raza, religión, lengua, etc, para que todos tengamos estos derechos universales.

El derecho a la vida con dignidad y libertad es la base de estos y todo lo que conlleva en los 30 artículos redactados por la ONU, los cuales todos los estados se comprometieron a respetar y hacer que se respeten estos derechos fundamentales para el ser humano.

Sin embargo, vemos a diario cómo estos mismos países violan estos derechos constantemente porque parece que, cuando tienen que hacer el esfuerzo para lo que ya se comprometieron, es más fácil mirar a otro lado.

Las estadísticas dicen que hoy 1 de cada 113 personas en el mundo es un desplazado interno solicitante de asilo o refugio. Esto es así porque en el lugar donde están no se les garantizan sus derechos básicos para vivir.

Sí quieren saber más solo deben leer la página de "Acnur". Allí hay informes donde podemos leer que en 2015, 24 personas por minuto se vieron obligadas a huir de sus hogares y buscar protección en otro lugar.

Huir de la muerte, violación sexual, mutilación, amenazas reales para su vida y dignidad. Buscando información para esta redacción que por un momento se iba a enfocar en estadísticas de muerte, me encontré con que en la red hay internautas que argumentan por qué no tenemos que ayudar a estas personas, seres humanos como tú y como yo.

Quería leer su opinión y entender por qué piensan así y después de ver mucha ignorancia y barbaridades me di cuenta de que ninguno de ellos ve a los refugiados como personas y como seres humanos que sienten y tienen sueños, que desean oportunidades y buscan un poco de esperanza para su futuro.

¿No es eso lo que queremos todos? A veces muere un niño refugiado y lo encuentran en la orilla del mar y esa foto de hace viral, la foto del niño muerto se vuelve moda, todos la vemos y todos opinamos y aun así, después de comprometernos a resguardar los derechos humanos de las miles de personas en el mundo que viven el horror todos los días, pasamos a otras fotos y a otras modas.

Soy una adolescente y no tengo poder político o económico para solucionar y garantizar el bienestar de todos los que lo necesitan. Sin embargo, lo que hoy puedo hacer es levantar la voz y pedir que se busquen soluciones concretas, efectivas y humanas.

Las miles de personas que hoy no son moda, los miles de adolescentes como yo que no saben si ellos o sus familias vivirán mañana, amenazados por bárbaros que probablemente nunca leerán esta redacción.

Tú la has leído o la has escuchado. Yo levanto mi voz. ¿Tú qué vas a hacer?

(*) I Taller de Derechos Humanos y Periodismo de Cruz Roja Española, desarrollado en Las Palmas, en colaboración con la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Democracia, la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas