Hoy se nos antoja algo curioso y emocionante esto del fútbol de Copa para la UD Las Palmas.
El amarillo que hasta hace poco estuvo nada menos que trece años garrapateando en la liga de los pobres, resulta que, ascendido una vez mas (y van cinco)y embutida su bola en el bombo del último sorteo copero, salió para él una pesada roca en la carretera, y para nosotros un bonito y emotivo tema para comentar.
Y con todo eso como recuerdo, a un Atlético de Madrid a quien conoció el amarillo de forma oficial, en Liga, hace 65 años sufriendo entonces una doble derrota dentro y fuera (4-0 y 1-3). Ahora nos aumenta la triste nostalgia, saber que dos de aquellos goles fueron marcados por Alfonso Silva, vestido de rojiblanco, contra el equipo amarillo de su propia tierra, aunque en el fondo lo lamentara. Más adelante el silencioso Alfonso jugó con la UD Las Palmas.
Por todo eso, y porque otros canarios como Montes, Mujica y Paco Campos, Lobito Negro, y el portero Hilario y muchos más pasaron en distintas temporadas del Real Club Victoria al Atlético, por todo eso, digo, hubo épocas en que aquí en Gran Canaria, numerosos victoristas, seguidores del Atlético crearon una peña que de vez en cuando se dejaba ver.
Por todo eso, vuelvo a decir que puede justificarse lo que yo llamo un vínculo 'colchono-canarión' amistoso, aunque, sin pasarse de la clara máxima canaria del 'juntos pero no revueltos' porque, eso sí, tengo presente, por haberlos visto, que sus partidos acaban siendo de armas tomar, tanto, que una vez en Madrid, nuestro Germán, que, dicho sea de paso nunca le pegó una piña a nadie, sufrió la que parece ser la única expulsión de su vida, y no creo que este año 2017 que comenzamos a desplumar, vaya a ser distinto a lo que nos recuerda la historia de estos equipos buenos amigos, sí, pero 'atravesados como ellos solos', más aún ahora cuando el 'Cholo', acostumbrado a hacer estallar el látigo con su ¡arre, arre! deje sestear a sus hombres.
Sospecho que ni siquiera vaya a formar su alineación con 'los furrieles' al amparo de la excusa clásica de las rotaciones diciendo ¡bah, total es la Copa! Porque los aficionados lo que quieren es sentirse orgullosos de su equipo con victorias tanto en la Copa como en el postre, y entusiasmarse en la grada o en la tribuna, aplaudiendo, y llenar el estadio cuando le den motivo para ello, como están intentando, y que el presidente y su equipo sigan acrecentando superávits, evitando de paso, el peligro de que aparezca por aquí el próximo Chan Kan Chun de ésos que compran equiipos enteros y nos ponga a todos a comer arroz con los palillos.
¡Ah! Y lo mas importante de ese largo alegato. Hemos cargado el asunto del buen entendimiento entre Atletico de Madrid y Real Club Victoria (cuando aun no había nacido la UD) porque los victoristas, que tenían su pequeña sede en Juan Rejón, que yo visité una vez al borde de lo que todavía era carretera por allá frente al Castillo, pudieron cambiarla por la construcción de la gran sociedad que tiene ahora el histórico club en Las Canteras, frente al mar y ante lo que fue el Teatro Hermanos Millares.
Bueno, pues el dinero vital para esa construcción provino del entonces gran fichaje del victorista Miguel 'El Palmero' por este Club Atlético que nos visita, y en el que acabó siendo su gran y recordado mejor extremo.
¡Qué bien me vino recordarlo! Y ahora... ¡Feliz año y a jugar! Yo quiero la Copa.
