Al perro flaco en que se ha convertido el Gobierno de Canarias tras quedarse solo con el apoyo parlamentario de los 18 diputados de Coalición Canaria (CC), se le multiplican las pulgas. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) pone en solfa el interés general del que han tirado este y el anterior Ejecutivo para impulsar las renovables y, además, uno de sus 18, el majorero Mario Cabrera, no se muerde la lengua para poner de vuelta y media a la Consejería de Industria que dirige Pedro Ortega.