Hay límites que un político nunca debe traspasar y uno de los más sagrados es el que separa la verdad de la mentira. Pero Inmaculada Medina, concejala de Fomento, Servicios Públicos y Aguas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cometió el gran error de hacerlo el pasado 30 de septiembre. Tal como consta en el diario de sesiones -puede consultarse en la web municipal- ese día, en la sesión ordinaria del pleno, el grupo Ciudadanos presentó una moción en la que reclamaba la redacción de un catálogo de la flora de Las Palmas de Gran Canaria. Medina se despachó el asunto diciendo que "ya se estaba hablando no solamente con el Cabildo de Gran Canaria, sino también con el Jardín Canario, para desarrollar estos catálogos de especies". Pero en la entrevista que publicamos con el director del Jardín Canario, Juli Caujapé Castells el domingo pasado, éste mostró su desconcierto ante tal afirmación, ya que nadie se puso nunca en contacto con el Jardín para este menester.