El Mago Mr. K dio un toque de varita mágica y al acuario le creció un techo, ganando 24.000 m2 con las bendiciones del concejal de Urbanismo; dio otro toque y desapareció la Plaza con Palmeras; dio aún otro toque y el Genio Don D. le regaló una calle, donde iban las palmeras, para llevar a los cruceristas directamente del barco a la pecera. Pero no le pareció suficiente y de otro toque desapareció el parque que estaba entre el acuario y la autovía, y puso allí un megahotel de 82m. de altura, gracias al Genio.

Mr. K quedó muy contento de la generosidad del Ayuntamiento, pero se dijo que si en el otro trozo de parque ponían un torreón del que partiera un teleférico que terminara de llenar de torres y cables el Istmo, sería mucho mejor para sus negocios€ ¡Esta gente huye del vacío como los gatos del agua fría!

Después de esto, la Autoridad Portuaria y el alcalde pensaron que la explanada entre el Castillo de la Luz y el Acuario estaba muy vacía y que mejor poner algo€ se les ocurrió que un Taller de Megayates con tres naves de la misma altura que el Acuario estaría bien para aprovechar tanto espacio libre€ Así ahora, gracias a la magia de Mr K. y sus amigos, tendremos un Istmo bien lleno de cosas que es lo que de verdad interesa a la ciudad y crea puestos de trabajo€

Y colorín colorado, esta tomadura de pelo del Ayuntamiento a los vecinos, continua€

Pd: Sospecho que las protestas de los que no creemos que un Zoo Marino sea la mejor puerta de entrada a la ciudad del siglo XXI han convencido a Kiessling de que traer manatíes y monos a la zona de manglar al aire libre era un disparate. Así que mejor techarla. ¿Va a cobrar los impuestos correspondientes el Ayuntamiento o seguirá considerando al negocio del alemán como una “Obra Social”?