La Provincia - Diario de Las Palmas

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OBSERVATORIO

Las víctimas de siempre

El análisis de las víctimas del nuevo mundo que se está alumbrando no estaría completo sin una referencia a quienes en su carne sufren los dolores de este alumbramiento, como son: las víctimas de las guerras de Siria, Irak, Yemen, Libia, Afganistán, Sudán del Sur, entre sunnitas y chiítas y contra el Estado Islámico. O en otros conflictos más o menos latentes pero que pueden agravarse en cualquier momento en Ucrania, Cachemira, Birmania, entre palestinos e israelíes, entre Turquía y los kurdos, con Corea del Norte, en la región de los Grandes Lagos o en el Mar del Sur de China. Además de las guerras, hay mucho sufrimiento causado por el narcotráfico en México (que es una guerra sucia) y otros países de Centroamérica, y por el islamismo radical de Al Qaeda y el Estado Islámico que desde sus bases en Mesopotamia se extiende por el Sahel, el Cuerno de África y el sudeste asiático. Mia Couto, escritor mozambiqueño, dice que en la paz los pobres mueren antes y en la guerra los matan primero. Y añade que las mujeres en la guerra son violadas por hombres a los que no conocen. Es terrible pero verdad. Los más débiles son quienes más sufren. Hay ?? millones de personas forzadas a abandonar sus hogares en circunstancias dramáticas (refugiados y desplazados internos), lo que significa ? millones más que hace un año. No podemos estar orgullosos del mundo que estamos dejando a nuestros hijos. Según Acnur, una de cada ??? personas es solicitante de asilo, desplazado interno o refugiado y tres países (Siria, Afganistán y Somalia) comparten el dudoso honor de ser el origen de la mitad del total de refugiados que hay en el mundo. Nuestro Mediterráneo lo cruzaron ??.??? solicitantes de refugio en ???? y algo más de un millón en ????, mientras que solo el pasado año se ahogaron ?.??? personas al intentarlo. La última oleada de inmigrantes surge de Libia, otro estado fallido, aunque en este caso tienen carácter económico en su mayoría. Es un drama terrible.

Las víctimas del terrorismo: si las guerras causan cada vez más víctimas civiles (les llaman "colaterales"), el terrorismo mata siempre a civiles indefensos porque su objetivo es provocar terror, como su propio nombre indica. Todas las semanas hay decenas de muertos en Mesopotamia, que apenas merecen unas líneas en la prensa. Y si los atentados tienen lugar en Mogadiscio o en Jartum, ni siquiera son mencionados. Otra cosa ocurre en Europa, que últimamente es objetivo preferido de ataques terroristas que causan mucho dolor y ponen en solfa a unos servicios de Inteligencia y de seguridad que evitan muchos atentados pero que quedan al descubierto cuando alguno tiene éxito. Los terroristas lo tienen todo a su favor: eligen el objetivo, el momento, la forma... y quienes les combaten necesitan adaptar constantemente sus medios, mejorar su coordinación interna y la cooperación internacional en una carrera contra reloj del ratón y el gato. Por si fuera poco, ahora se añade el ciberterrorismo que puede dañar el funcionamiento de infraestructuras físicas como agua y electricidad, o interferir en el funcionamiento de la Bolsa, la banca, las redes militares o los resultados electorales desde la impunidad que dan la opacidad y la lejanía. Combatirlo es muy costoso y muy complicado y más aún cuando hay que hacerlo dentro de la ley y sin violar los derechos individuales que tanto nos ha costado conseguir. Las víctimas del hambre y de las desigualdades: ??? millones de personas pasan hambre en el mundo, según la FAO. Y a pesar de ello, mejoramos. Nunca en la historia de la humanidad hemos sido en términos generales tan longevos o hemos tenido acceso a mejor educación o a mejores cuidados médicos que hoy. De esto no cabe duda alguna. Luis XIV, con todo su poder, las pasaba moradas con una fístula que no lograban curarle. Pero esa mejoría general se ve contrarrestada por la conciencia de la desigualdad entre países ricos y países pobres y por la existencia de bolsas de pobreza dentro de los países ricos. La globalización ha disminuido las diferencias entre países (en ????, EE UU, Europa y Japón concentraban el ??? del PIB mundial y hoy no llegan al ???) pero ha destruido trabajo y ha creado en algunos lugares bolsas de desempleo que las democracias liberales no han sabido combatir con eficacia. Por eso llegan los populismos, brexit y Trump a caballo de nacionalismos, proteccionismos y "soluciones" simplonas a problemas muy complejos que no se solucionan levantando muros.

Las víctimas de Alepo: no puedo dejar de mencionar como víctima a la última localidad que ha entrado a formar parte de la trágica lista de ciudades martirizadas por las guerras y la vesania humana. Innumerables a lo largo de la historia (lo fueron Bagdad tras la invasión mongola o Sagunto tras la de los cartagineses), las más recientes son Guernica, Nagasaki, Hiroshima, Dresden, Londres... En todas ellas los civiles indefensos se llevaron la peor parte, como ocurre ahora en Mosul, donde se les utiliza como escudos humanos. La incapacidad de la comunidad internacional para poner fin a la masacre ha sido patética. Y no por impotencia sino por intereses contrapuestos. Uno quiere pensar que la humanidad progresa pero estos casos demuestran que ese progreso no es lineal ni constante. El mundo está cambiando muy deprisa y eso producirá incertidumbre e inseguridad hasta que un nuevo orden geopolítico se afirme. A corto plazo me temo que pintan bastos.

Los valores: La corrupción no es nueva, existía en el imperio romano y sospecho que antes también. Ahora la ONG Transparencia Internacional dice que aumenta. Los países menos corruptos del mundo son Nueva Zelanda y Dinamarca y el más corrupto parece ser Somalia, que ya es generoso llamarle estado. España ocupa el número ?? entre ??? países, que no es para tirar cohetes (Francia es el ?? y Portugal el ??) y eso exige bastante más compromiso social y político por parte de todos para mejorar las cosas. También es preocupante el aparente entusiasmo del nuevo presidente norteamericano por la tortura, que le parece un método eficaz en el que afirma creer, aunque magnánimamente acepta seguir en este asunto los consejos de su equipo militar y de seguridad. La tortura, utilizada en época de Bush y Cheney como parte de su guerra contra el terror, había sido prohibida por Obama (que sin embargo no llegó a perseguir a los culpables de haberla utilizado) y ahora puede regresar. Ni una palabra sobre su moralidad, hasta el punto de que un documento que circula por Washington plantea reabrir los llamados black sites, prisiones clandestinas en terceros países donde la tortura es habitual y donde la CIA podría interrogar a sospechosos lejos de las leyes que rigen en los países civilizados. También la prisión de Guantánamo, donde se detiene indefinidamente a sospechosos sin juicio, se mantendrá abierta. Se me dirá que cosas peores ocurren en muchos otros lugares del mundo y no lo niego, pero esos países no comparten los valores en los que yo creo. Vivimos una regresión moral muy grave.

La convivencia: crece la xenofobia alimentada por partidos populistas de extrema derecha que afortunadamente no han arraigado en España. Quizás los años de franquismo nos hayan inmunizado, como la guerra civil de ???? parece haber inmunizado a los argelinos frente al islamismo radical. El caso es que nuestros populistas son de izquierdas y admiran al régimen venezolano, que es el más corrupto de América pero que no es racista, que yo sepa. No ocurre lo mismo en Paí- ses Bajos, Alemania, Francia, Italia, Grecia, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Hungría, Austria, Polonia y otros, donde proliferan partidos nacionalistas e insolidarios que levantan muros y alambradas, cierran fronteras y excitan el odio frente al que es diferente por su idioma, religión o color de piel, porque en época de crisis se le ve como competidor por el trabajo y los presupuestos de Educación y Sanidad. La reciente cumbre de partidos de extrema derecha europeos celebrada en Coblenza en enero pone los pelos de punta. Allí, Le Pen (Front National francés), Wilders (PVV holandés), Petry (AfD alemán), Salvini (Liga Norte italiana) y Vilimsky (FPÖ austríaco) hablaron de ???? como "el año del despertar de los pueblos de Europa", un año caracterizado según ellos por la eurofobia, el regreso a los estados-nación, el proteccionismo y la xenofobia. Y no importa si los seres humanos que vienen con esperanza hacia nosotros huyen de guerras en Siria, Irak y Libia, de hambrunas en el Cuerno de África, de falta de expectativas laborales en el Magreb o en América Latina, de pura miseria en el continente africano. Cuando el fenómeno surge desde abajo, como hizo el fascismo en los años treinta, es ya muy preocupante pero da aún más miedo cuando la xenofobia y el racismo se fomentan desde la jefatura del estado, como ocurre en los Estados Unidos, que han intentado cerrar la puerta indefinidamente a los refugiados sirios y de forma temporal a la entrada de musulmanes de media docena de países. ¡Menos mal que hay jueces independientes! Todo esto apunta a un mundo muy feo, alejado de nuestros valores y ante el que no podemos callar porque si lo hacemos ma- ñana podrá ser demasiado tarde.

La voluntad popular: todos los sistemas electorales la distorsionan de alguna forma y así, en España, los nacionalismos periféricos obtienen más diputados que Izquierda Unida, que saca varias veces más votos que ellos, algo que se solucionaría con un Senado/cámara de representación territorial. Y también en todas partes los partidos en el poder han procurado beneficiarse con lo que en Francia llaman découpage electoral y en los EE UU gerrymandering, que consiste en dar más representación a las zonas donde tienen mayor caladero de votos. La novedad ahora son las interferencias de terceros países en los procesos electorales gracias a la seguridad y el anonimato que ofrecen los métodos cibernéticos. Mala noticia. Si antes los norteamericanos hacían pucherazos en América Latina y otros lugares, hoy los rusos han apoyado a Trump en perjuicio de Hillary Clinton (sin que se pueda calibrar el alcance y consecuencias de dicha ayuda), y pueden tratar de perjudicar a Merkel en las próximas elecciones de Alemania, o aupar a Le Pen en las de Francia y a De Wilders en Holanda. Porque a Rusia le conviene todo lo que siembre desconfianza en la democracia y haga daño a la Unión Europea. Y lo hacen financiando a partidos populistas, fomentando manifestaciones "espontáneas", desacreditando a personas e ideas con falsedades... Debemos protegernos ante la desinformación que nos acecha.

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