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Juanjo Jiménez

LA MÁQUINA CHINA

Juanjo Jiménez

Ya están aquí

Existe de un tiempo a esta parte una gran afición por hurgar en el Espacio muy exterior para localizar otros planetas con dos ánimos principales, el de salir pitando a uno de ellos, y el de encontrar vida alienígena. El primer motivo, el de salir pitando, ya es por sí mismo una ocurrencia como para empezarse a acojonar.

De este interés de los científicos, que de manera general suelen adelantarse a los tiempos y predecir sucesos con bastante tino, se puede deducir que no le ven mucho futuro a la Tierra como ecosistema, es más, se diría que le ven días apenas después de constatar la euforia con la que presentaron antier el descubrimiento de siete planetas que dan vueltas alrededor de Trappist-1, una enana roja y fría, que de todas las enanas son las peores.

Esta algarabía contrasta con los auténticos contratiempos que ocasionaría, por ejemplo, vivir en el planeta a, ya que según explican sus descubridores cada 24 horas le da una vuelta completa a la enana roja, es decir cumpliendo un año a efectos terrestres y creando como consecuencia una sociedad de piñata diaria donde no se daría pie con bola.

El himno nacional del planeta a de sistema Trappist-1 sería el Cumpleaños feliz, lo que supone una frivolidad a todas luces para la citada comunidad científica. Pero aún así, si les pones un volador capaz de llegar al sitio ellos rianga al planeta cumpleaños.

Y del segundo interés, el de encontrar otras formas de vida allá fuera, no podemos sino terminar de halarnos los pelos. Ya tenemos suficientes ejemplos de entes pluricelulares capaces de arruinarle el día a uno sin salir de la troposfera como para irlos a buscar a 40 años luz de distancia.

En principio los científicos hablan -para no asustarnos-, de que se trata de encontrar moléculas o meros indicios a nivel atómico para hacernos comprender que no somos los únicos cachanchanes que residen en el Espacio.

Pero a medida que vayan afinando telescopios un día van a dar con una ameba. Y detrás de la ameba van a empezar a llegar cosas más siniestras y destructoras como un presidente de Murcia con dos caras, un Rodrigo Rato con tarjetas por orejas, un Miguel Blesa con láser Visa Oro o un Donato Trompeta con laca de plutonio. A no ser que ya estén aquí y lo que se haya anunciado antier no sea más que la localización de sus lugares de procedencia.

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