Señor obispo: Como presidenta de la AVJK5022, única creada después de la catástrofe aérea del 20 de agosto de 2008, en la que murieron 154 personas y sobrevivieron 18 con lesiones de por vida, más de 75 de ellos originarios o residentes en la Isla de Gran Canaria donde usted vive, no puedo permanecer impasible ante el comunicado que ha emitido y ha sido publicado en los medios de comunicación.

El próximo 20 de Agosto hará nueve años de nuestra tragedia. Y digo nuestra porque usted ha demostrado que no es la suya: ha pasado de ser su "día más triste" al olvido a ser sustituida por algo de lo cual no voy a opinar, por respeto a la memoria de 154 inocentes que cometieron el error de subirse a un avión que no estaba en condiciones de volar.

¿No podía usted citarnos en todas las ocasiones en las que ha tenido la oportunidad de hacerlo y no precisamente con un hecho que a usted le ha producido más tristeza que la muerte y destrucción no sólo de 154 personas, sino la de sus familias? Porque nosotros también estamos muertos en vida, condenados a luchar contra un sistema que nos ha victimizado todavía más al negarnos verdad y justicia, además de herirnos con palabras como las suyas.

En todo este tiempo, nunca se ha dirigido a la Asociación, aunque he de reconocer que ha permitido que la misa- funeral de cada 20 de agosto se haga en la Catedral, aunque ofrecida por un sacerdote, no por usted, que solo lo hizo en el Funeral de Estado que contó con la presencia de las altas instituciones, las únicas para las que está reservada su presencia.

Señor obispo de Canarias, por favor, si nos ha olvidado, como ha hecho en gran parte la sociedad que ya solo pregunta por las indemnizaciones y no por la lucha que mantenemos por lograr verdad y justicia, además de velar porque la seguridad aérea sea algo más que palabras, hágalo del todo y no nos cite en hechos tan alejados de nuestro dolor como el presente. Créame que me arriesgo al disentir de su comunicado, pero no es novedad: llevo más de siete años liderando esta Asociación y el miedo nunca ha formado parte de la mochila que cargo a mis espaldas, donde la soledad es casi mi única compañía.

Acuérdese, por favor, en la Eucaristía del próximo 3 de marzo de las 172 personas "del día del accidente en Barajas del avión que partía hacia Gran Canaria" y de sus familias. Nada hicimos para ser castigados tan cruelmente con la muerte y lesiones de los nuestros ni tampoco para que se nos recuerde por cuestiones tan alejadas de nuestra triste y dolorosa realidad cotidiana.

Muchas gracias.

Pilar Vera Palmés. Presidenta de la AVJK5022.