La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

INVENTARIO DE PERPLEJIDADES

Un sindicalista se retira

Apunto de cumplir los 65 años de edad anuncia su retirada como secretario general de CCOO Ignacio Fernández Toxo. El sindicalista ferrolano que llevaba dos mandatos en el cargo podía haber aspirado a un tercero de acuerdo con los estatutos pero ha preferido abrirle la puerta a gente más joven como el vasco Unai Sordo al que ha señalado como su recambio favorito. "Tenemos que entender-dijo- que la última de las generaciones de un sindicalismo nacido en la dictadura, que es la mía, tiene que dejar paso". No obstante, a Toxo, antes de marcharse definitivamente a casa, aún le tocara lidiar con la reforma de las pensiones y -si es que se produce- con el pacto salarial, dos problemas que pondrán a prueba el poder de los sindicatos, muy mermados en afiliación y con una imagen muy deteriorada por la implicación de alguno de sus miembros en los escándalos de los ERE y de las famosas tarjetas black. Pese a todo ello, Toxo se ha ganado fama de hombre serio y dialogante y recrea la imagen del sindicalista austero y de inequívoca trayectoria proletaria, más o menos en la linea de Marcelino Camacho, el legendario líder que trajo a la legalidad democrática a las clandestinas Comisiones Obreras del franquismo. Aquellas que penetraron sigilosamente (y con no poco éxito) las estructuras del sindicalismo vertical impuesto por la dictadura. Claro que, no todo fue fácil ni pacifico en aquel proceso. Marcelino Camacho estuvo en la cárcel nueve años y el propio Toxo fue condenado a cinco por su participación en las protestas obreras de marzo de 1972 en Ferrol cuando la policía disparó contra los manifestantes que reclamaban un convenio colectivo justo. Hubo más de cuarenta heridos y dos de los obreros, Amador Rey y Daniel Niebla, resultaron muertos. Al final, Toxo pudo escapar de la cárcel de A Coruña y vivió en la clandestinidad hasta la Ley de Amnistía de 1977, que permitió su reingreso en la nómina de los astilleros ferrolanos. Contrasta esta biografía con la de su antecesor en la secretaria general de CCOO, José María Fidalgo, médico especialista en Traumatología, que después de ser derrotado en las elecciones por Toxo, acabó presentando las memorias de Aznar ( un "buen amigo"), participando en cursos de FAES, y pidiendo el voto para UPyD. Desde hace unos años, Fidalgo es tertuliano habitual en los programas radiofónicos de Carlos Herrera. Pese al papel social relevante que la Constitución de 1978 les atribuye, los sindicatos y la acción sindical, han sido mal vistos por los sectores de opinión más reaccionarios, que no pierden la oportunidad de pedir un liderazgo político fuerte que les "quiebre la espalda". Como hizo Margaret Thachter con los mineros o Ronald Reagan con los controladores aéreos. No es esa mi opinión. En estos tiempos de profundas transformaciones sociales y económicas que trae consigo la globalización, empezando por la casi universal precarización del empleo, los sindicatos tienen que adaptarse a un nuevo tipo de lucha. Pero nunca dejar de existir. No debemos olvidar que buena parte de los derechos sociales que aun disfrutamos se los debemos a ellos.

Compartir el artículo

stats