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Reflexión

A favor de la dependencia de Gran Canaria

Resulta que un grupo cada vez más nutrido de gentes sobradamente preparadas de nuestra tierra está formando un movimiento político en torno a la idea de un miembro del tal grupo que va camino seguro de convertirse en viral: la idea de la isla de Gran Canaria protectorado de una nación altamente desarrollada y civilizada, rica y progresista como podría ser Noruega.

La figura política del protectorado se da cuando un país o comunidad demuestra su incapacidad para gobernarse correctamente con parámetros de equilibrio -en este caso entre islas- y justicia entre sus habitantes y con objetivos claros de dirigir su economía y sus recursos hacia el mayor desarrollo y bienestar de sus ciudadanos. Y cuando ese no fuera el empeño de los dirigentes y además, en lugar de mejorar la calidad del medio permitan que se especule y deje que se deteriore el paisaje hasta límites de insostenibilidad y de basurero, entonces la apelación de una comunidad a ser protegida, está más que justificada.

Como creemos firmemente que este es el caso de nuestra maltrecha isla donde la experiencia vivida ha mostrado suficientemente que la autonomía -tan esperada como recurso salvador- no ha servido mayormente sino para aumentar los gastos hasta el despilfarro a la par que el clientelismo y el nuevo caciquismo, donde los partidos han aprovechado la doble o triple administración para, cual agencias de empleo, colocar a todos los suyos, reinando una mediocridad general en la que casi nadie sabe ni se responsabiliza de nada, este grupo quiere lanzar un SOS para que alguien que sepa venga a ayudarnos. Y es que no podemos tampoco acudir a la sociedad civil porque aquí no existe una burguesía medianamente culta que empuje, ni una riqueza que invierta en inteligencia y desarrollo, interesada solo en seguir enriqueciéndose para edificar monumentales horteradas.

Asi las cosas, hemos pensado que si fuéramos el protectorado de una nación como Noruega, ésta empezaría por despejar del panorama político y gestor a todos nuestros dirigentes, mandamases y caciques para poner a los suyos, que empezarían a enderezar este desaguisado. Nos harían un inmenso e impagable favor, pues pronto Gran Canaria, además de un gobierno serio, capaz, eficiente y honrado, se convertiría en una isla limpia sin esa basura en los barrancos, sin esa llamativa y ordinaria cartelería en las carreteras, sin esos botellones y meadas por doquier, sin esas playas descuidadas con un público incívico y hortera? A cambio los noruegos tendrían aquí su isla soleada para sus inviernos, amiga y protegida de indeseables depredadores. Al fin y al cabo ya son casi medio millón de noruegos los que paran cada año por Arguineguín y se deduce que a ellos no les disgustaría la idea.

Y mientras tanto, dejemos que Tenerife siga expandiendo su poderío e influencia a las otras islas y busque alianzas con Marruecos, con la cultura amazig y con otros territorios de su gusto y parecer, apoyándoles-según su deseo- a que se unan todos para formar el Gran Tinerfe comandado por ATI y sus inteligentes secuaces.

Nosotros, más humildemente, reconociendo que no tenemos quien nos quiera ni quien nos guíe por el buen camino, preferimos pedir un referéndum como Cataluña, pero no para independizarnos, sino al contrario, para "dependizarnos" como protectorado de un país como Noruega. En serio, piénsenlo y anímense a unirse a nuestro grupo.

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