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OBSERVATORIO

Penélope y la guillotina

El grillo calla. Se ha fundido en un abrazo inmenso con esa estrella. ("Visión Nocturna", Adolfo González)

Europa avanza a pasos agigantados hacia algún lugar parecido al abismo, porque se está españolizando, es decir, los europeos tenemos una clase política ensimismada en defender sus privilegios. El próximo 23 de abril serán las elecciones presidenciales francesas, y nuestros vecinos elegirán al onceavo presidente de la quinta república. A esta elección se presentan 11 candidatos, algunos de los cuales son conocidos en España y otros no. Se quiera o no, parece que todo está preparado para que gane la ultraderechista Marine Le Pen. El candidato que más posibilidades tenía era François Fillon, que pertenece al partido republicano y fue Primer Ministro con Sarkozy entre 2007 y 2012. Pese a dicha carta de presentación, era considerado como un político serio y austero.

Fillon fue antiguo alcalde de Sablé, una pequeña villa de la Sarthe, conocida por sus galletitas. Para los que no conocen la geografía francesa, la Sarthe es un departamento que pertenece a la región de los paí- ses del Loira y cuya ciudad más importante es Le Mans. Unos de sus platos gastronómicos fetiches son las rilletes, una especie de paté de cerdo que ha cocido muy lentamente condimentado con sal y pimienta, que se descompone en fibras, y finalmente queda tapado por la grasa y sirve para conservarlas. Rilletes, patés, terrines, foie-gras, Francia es un paraíso gastronómico de la charcutería cocinada. No les aconsejo que se equivoquen, porque les pasarán virtualmente por la guillotina.

A Fillon lo llamaban por la zona "le châtelain de Solesmes", dado que ahí posee le "manoir de Beaucé", un castillo del siglo XIV cuyo valor fue declarado por François el austero en 650.000 euros en 2013. Fillon declara en su día a la revista París Match que para gobernar uno tiene que ser equilibrado. Como ven, François ya apuntaba muy buenas maneras mucho antes del Penelope Gate, es decir, la contratación de su mujer, Penelope, y sus dos hijos como asistentes parlamentarios.

La palabra de moda en Francia es "Emplois Fictifs", es decir, empleos ficticios, como el caso que afectó a Alain Juppé, Primer Ministro con Chirac entre 1995 y 1997, en el Ayuntamiento de París, y que condujo a su inhabilitación durante 5 años y 18 meses de cárcel, que obviamente no cumplió, porque la justicia, tanto en Francia como en España, sólo se aplica severamente a los "renardos", es decir, a los robagallinas.

También están de moda el abuso de bienes públicos, la financiación ilegal de partidos políticos, la malversación, la estafa, etc. En este olimpo de los dioses ocupa un papel preponderante el rey del Karcher, le petit Nicolas, a quien su querida Carla le dedica canciones mafiosas. Los franceses han comprendido que el partido republicano es un nido de corruptos disfrazados de seguidores del General De Gaulle, que los hubiese enviado a todos al destierro.

En cuanto al partido socialista, no existe, es una entelequia. Ya solo queda la foto de François llevando los croissants a su amada en moto. "François est un chaud lapin", "Benoît (Hamon) a epousé le Petit Nicolas" (Benito se ha casado con Nicolasito); "Manuel (Valls) no sabe si es español o fransés", cantan los niños en la escuela saltando la comba. El espíritu Zapatero reencarnado en Hollande ha diezmado las huestes socialistas. Francia no puede aguantar más tanta ambigüedad, tanta idiotez, tanto "buenismo". Incluso las amantes del expresidente se quejan de su performance. Macron cree que es el elegido, sabe que a río revuelto ganancia de pescadores, y él se ha desmarcado hábilmente de un partido perdedor, en descomposición. En abril de 2016 funda su movimiento político: En Marche! Pero "Le Petit Macron" tiene un handicap: su pasado profesional ligado a la banca Rothschild, a los poderes fácticos de origen judío, y al CAC-40, equivalente del IBEX-35 en Francia. Jacques Cheminade, líder de Solidaridad y Progreso, lo define como el candidato de los banqueros, es decir, el primo de Albert Rivera, pero nacido en Amiens. Emmanuel tiene una vida privada que ha llamado la atención, porque se casó en segundas nupcias con su profesora de francés y de teatro, 20 años mayor que él. Hoy en día este tipo de relaciones son malditas. Macron también posee episodios poco claros sobre su pretendido paso por l'École Normale Supérieure. Ya ven que no sólo en España existen políticos que alardean de títulos y diplomas que no existen. Es como esas universidades-sucedáneo que sur gieron en el pasado con nombres engañosos como Berkley o Stanford: una vergüenza propia de paletos.

A su vez, a Cheminade se le critica por ser un esbirro de Lyndon Larouche, activista y político americano creador del movimiento que lleva su nombre y que, según el Washington Post, está relacionado con movimientos antisemitas de extrema derecha. Otros candidatos menores a las presidenciales son: Nathalie Arthaud de Lucha Obrera, antiguo PC; Nicolas Dupont-Aignan, del movimiento DLF (Debout la France-Arriba Francia), que es primo hermano de las posturas defendidas por Le Pen y Donald Trump; Philippe Poutou, del nuevo partido anticapitalista (sin comentarios); Jean-Luc Mélenchon, del movimiento France Insoumise (Oh lalala!); Jean Lasalle, del movimiento Résistons (aux barricades!), y François Asselineau, de La Union Popular Republicana (what a heck!), que completan el panorama francés del "ras-le-bol" (descontento).

Marine "la-blonde-de-bote" se frota las manos y se ve llegar a la presidencia de la república, ante la división de la izquierda, el descrédito de los candidatos republicanos y la mayoría de partidos de ambos extremos que pregonan la salida del euro y la recuperación de la soberanía nacional. Vive le brexit! Sólo los votantes del Frente Nacional saben lo que votarán en segunda vuelta. Les da igual votar a un rico o a la cabra de la legión. Los demás tendrán que decidir entre la banca y el abismo. Habrá mucha abstención y puede haber sorpresas. Francia es el único país que conozco donde se vota en contra. Si lo hiciésemos aquí entonces el voto negativo sería mayoritario y casi nadie se abstendría.

Dicen los franceses que el hedor a "bouse-merde" ya se siente desde los Pirineos, y que si desde aquí no nos enteramos es porque tenemos el olfato acostumbrado, y pese a todo los electores siguen erre que erre votando a candidatos corruptos, en una estrategia de "sálvese quien pueda", pues dado que todos son iguales es mejor que estén los míos. El problema es que no son los míos, ni los tuyos, son "los suyos", son sólo de "ellos", mafia.

Si Joseph Ignace Guillotin viviese este momento, quizás estaría diseñando una nueva guillotina de grafeno, material que según parece sirve para todo, aunque yo no me lo creo, pura teoría conspiratoria. Su presentación en sociedad en 1789 fue revolucionaria, al ser un medio barato, rápido y seguro que buscaba disminuir el sufrimiento. Durante el periodo del terror que va desde septiembre de 1793 a julio 1794 se instalaron 50 guillotinas y 20.000 personas fueron decapitadas. La guillotina funcionó por última vez en 1977 y durante este periodo sufrió varias mejoras en su diseño. La pena de muerte se abolió en 1981. Estamos en 2017 y suenan tambores de guerra. A Penelope solo le queda emigrar a España, probar que es mujer, y decir que no sabía nada de lo que hacía "son époux". Fillon, Juppé, Sarkozy, Hollande, Valls, Hamon e incluso Macron son cadáveres del futuro. Solo los ineptos confunden riesgo con incertidumbre. Además según Voltaire, la certeza es siempre una posición absurda. Cuando nada es seguro, todo es posible.

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