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al azar

Poner a Rajoy por testigo

La única sorpresa de la noticia "Rajoy declarará como testigo en el juicio de Gürtel" consiste en que la citación sea en calidad de testigo. Pese a que el asombro se reserva protocolariamente para los acontecimientos inesperados, la perplejidad debería corresponder al no-evento de un proceso a la financiación del PP sin la presencia del líder unipersonal de la formación y responsable de las campañas enjuiciadas. La enésima demostración de que algunos jueces defienden el Estado de Derecho con mayor énfasis que la prensa madrileña, arrasa con la ficción de que el escándalo no había magullado la honorabilidad intachable del inquilino de La Moncloa.

La declaración de un presidente del Gobierno tan atareado como Rajoy obligará a encontrar un hueco en su apretada agenda. Cabe exigir desde luego al tribunal que reconcilie la testifical con los horarios de la Champions. Los partidarios del silencio judicial de Rajoy se amparan en que no sabía nada de la caja B del PP. Olvidan que la preocupación a dilucidar surge precisamente de esta ignorancia. También omiten que según Bárcenas, el ahora testigo cobraba copiosamente de la contabilidad paralela que asegura desconocer. ¿De dónde creía que salían los billetes? La falta de curiosidad puede ser letal para el líder conservador.

"Pongo a Rajoy por testigo" no sería una garantía de credibilidad, y los enemigos de la declaración deberían centrarse en la escasa fiabilidad del testimonio. En cambio, insisten en oponerse a la normalidad judicial bajo la batuta del penalista Maíllo. Su tesón obliga a calcular si ayer se detuvo a Ignacio González para amortiguar el impacto de la comparecencia del presidente del Gobierno ante el tribunal. De nuevo, la noticia no reside en que el rey plasmado haya perdido la condición de víctima de los salteadores de su propio partido, sino en que haya podido preservar esa inocencia durante tanto tiempo. Ciudadanos debería haber exigido el cambio de presidente antes de pactar, sería otro favor que le hubiera rendido al PP. Y si la declaración de Rajoy carece de precedentes, Gürtel también.

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